Ayuda a Pakistán y expulsión de gitanos de Francia
Durante toda la semana nos han acompañado las imágenes de la tragedia causada por las inundaciones en Pakistán. Pese a las dimensiones de la catástrofe, la ayuda no ha fluido con la rapidez necesaria. Según datos de la ONU, hasta ahora sólo han llegado 252 de los 460 millones de dólares solicitados. Diversos países han incrementado entretanto el monto de su ayuda y también lo ha hecho la Unión Europea, que ha prometido 140 millones de dólares.
La comisaria de Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva, anunció que en septiembre presentará un proyecto con el objeto de que en el futuro la ayuda europea sea más eficaz. “Sabemos que estas inundaciones del siglo se producirán con más frecuencia que una vez cada cien años. Por eso es prioritario que en la UE elaboremos una base mejor estructurada y más eficaz para la ayuda en caso de catástrofes”, indicó Georgieva.
Previamente, el presidente Francés, Nicolás Sarkozy, había propuesto crear en la Unión Europea una fuerza de reacción rápida para hacer frente a desastres naturales.
“Esta no es la República francesa...”
Sarkozy también hizo noticia esta semana por su política de mano dura contra los inmigrantes de la etnia roma. Después de haber desalojado cerca de 40 campamentos ilegales de gitanos, Francia envió al primer grupo de regreso a Rumania. Las autoridades francesas destacaron que estas personas abandonaban Francia voluntariamente y recibían 300 euros como ayuda para el retorno a su país de origen.
Pero también hay políticos del propio partido de Sarkozy, UMP, que están molestos con el proceder de las autoridades, como el parlamentario Jean Pierre Grand, quien afirmó: “Cuando uno ve cómo el prefecto de un departamento cercano a París envía a las seis de la mañana a policías armados hasta los dientes, para sacar a algunas familias de sus alojamientos; cuando uno ve cómo son separados, los hombre a un lado de la calle y las mujeres al otro, y cuando las mujeres protestan se las amenaza con quitarles a los niños... esta no es la República francesa...”
Escocia, una sociedad compasiva
En el Reino Unido, entretanto, hay polémica en el aniversario de la liberación de Abdel Basset al Megrahi, la única persona condenada por el atentado de Lockerbie, que en 1988 costó la vida a 270 personas. El hombre fue puesto en libertad debido a que padecía de cáncer terminal. Pero en Libia fue recibido como un héroe y aún sigue con vida.
El jefe del gobierno regional de Escocia, Alex Salmond, defendió la liberación por motivos humanitarios: “Hay quienes dicen que el sistema escocés tiene demasiada compasión, ese es un punto de vista que tiene mucha gente. Pero, a fin de cuentas, prefiero ser el primer ministro de una sociedad que muestra demasiada compasión, que ser el primer ministro de un país con demasiado poca compasión”.
Y más Google Street View
Finalmente, un tema que ha agitado los espíritus en Alemania: la próxima activación del servicio Street View de Goggle con las calles y edificaciones de las principales ciudades germanas. Muchos alemanes lo consideran un atentado a la privacidad. La ministra de Protección al Consumidor, Ilse Aigner, destacó que Google dio a los alemanes un plazo para objetar la aparición de sus casas en Streetview, indicando: “Ya hay 23 países donde se ofrece este servicio y sólo en Alemania se concede este derecho a la objeción”.
El tema ha desatado un debate en Alemania sobre la necesidad de reformar las leyes sobre protección de datos, que viene de la era pre-internet.
Autora: Emilia Rojas
Editor: Pablo Kummetz