Carnaval en Colonia
“Hemos elegido un disfraz de payaso”
“Todavía no me he decidido por un disfraz concreto, no sé si ir de noble medieval o de angelito.”
“Iré a la escuela de vaquera, y el sábado iré a una fiesta ambientada en los ochenta – para eso necesito un disfraz “ochentero”. El lunes ya veré qué me queda en la reserva, a lo mejor voy de enfermera.”
En pleno viernes 15 de febrero, el carnaval de Colonia – cuyo espíritu alcanza plenamente las ciudades colindantes, como Bonn, Düsseldorf y otras localidades de Renania del Norte-Westfalia – tuvo su inauguración ayer mismo, el jueves anterior al próximo miércoles de ceniza. Como siempre, la gente se toma tremendamente en serio el tema de los disfraces y la tradición – lo que contrasta mucho con lo poco seria que es la fiesta en su plenitud.
Diferentes tradiciones para diferentes días
En el Día de las Mujeres, el alcalde dejó en manos de la comunidad femenina las llaves de la ciudad, y se cortaron miles de corbatas siguiendo la tradición alemana del Weiberfastnacht. Durante el fin de semana se vive una especie de “transición fiestera” entre los dos días grandes, el Día de las Mujeres y el Rosenmontag, el lunes cuando tiene lugar la grande y colorida cabalgata de carnaval.
Todo esto es, por supuesto, una constante que ya conoce todo aquel que está familiarizado con la cultura alemana – pero el que ha tenido oportunidad de vivirlo, sabrá también que hay otra constante durante estas celebraciones que no falla nunca: el frío.
Al mal tiempo... Buena comida
Las temperaturas gélidas de febrero combinadas con todo tipo de disfraces reveladores y finos hacen que la gastronomía más frecuente de estas fechas consista mayoritariamente en salchichas calientes, dulces, comidas grasas… Y mucho alcohol. Si algo caracteriza a los carnavales de Colonia a nivel internacional es, sin duda, las cantidades ingentes de cerveza Kölsch que se consumen – por cabeza.
Nosotros no vamos a preparar cerveza Kölsch, ya que no existe una sensación parecida a la de entrar en un “Kneipe” alemán y probar el dorado líquido en uno de los típicos vasos finos de tubo en los que se sirve la tradicional cerveza colonesa. No obstante, no vamos por ello a dejar de contagiarnos con el espíritu festivo: vamos a preparar un aperitivo absolutamente delicioso, aunque evidentemente, no apto para dietas – como todo lo que se consume en Colonia en estos momentos. Vamos a cocinar unos Muffins de tocino, cebolla y queso.
Muffins de tocino, cebolla y queso
Ingredientes
275 g de harina
15 g de levadura
1 huevo
150 g de crema ácida
100 g de queso de untar
50 ml de caldo de pollo
50 g de margarina
12 láminas de tocino
1 cebolla grande
Preparación
Cortar el tocino en trozos pequeños y freírlo en aceite o grasa hasta que quede bien crujiente. Retirarlo del fuego.
Pelar la cebolla y picarla. Freírla también en la grasa del tocino hasta que se torne transparente.
Verter en un cuenco aparte la harina, la levadura, la crema ácida, el queso, el huevo, el caldo y la margarina. Mezclar todo bien hasta que se forme una masa.
Añadir a la masa el tocino y la cebolla frita, así como el aceite o grasa en el que se frieron ambos ingredientes.
Colocar fundas de muffin en una fuente para horno, y distribuir en ellas la masa.
Meter los muffins al horno precalentado a 175ºC en horno eléctrico, o a fuego medio en horno a gas, durante 25 minutos.
Retirar y servir calientes o a temperatura ambiente.
Guten Appetit, y Alaaf!
Autora: Lydia Aranda Barandiain
Editor: Enrique López Magallón