¡Empieza el Adviento!
“Actualmente, la mayoría de los calendarios de Adviento que se encuentran están llenos de chocolates, de juguetes y otros dulces. Esto implica todo lo contrario del sentido original del Adviento, que era un periodo de vigilia. Hoy en día, es un periodo caracterizado por el consumo de dulces.”
La experta en tradiciones navideñas Tina Peschel sabe de lo que habla. Ella ha sido curadora de varias exposiciones relacionadas con la Navidad y el Adviento por diferentes museos alemanes, y en todas ellas, el tema de los dulces es un elemento común. Si bien, tal y como dice la experta, el Adviento se originó a finales del siglo IV como un tiempo de preparación ascética para la Navidad caracterizado por el ayuno y otras actividades eclesiásticas, hoy en día, al menos en Alemania, ha pasado a tener un sentido no tan religioso, y más festivo.
Tradiciones en Alemania
Los mercados de Navidad iluminan las largas y frías noches en las ciudades y pueblos alemanes durante el mes de diciembre con sus especialidades típicas, como el Glühwein y las galletas Spekulatius y Lebkuchen, entre otras cosas.
La otra gran tradición en Alemania en esta época son los calendarios de Adviento, que a pesar de tener su origen en la Alemania protestante del siglo XIX, ya han pasado a ser conocidos en todo el mundo. Aún así, en Alemania, la variedad de estos calendarios sigue siendo sorprendente, tal y como nos explica Tina Peschel: “Hoy se pueden encontrar muchos tipos diferentes de calendarios de Adviento calendarios para móviles, o calendarios para ir rascando las casillas, como en la lotería, o con bolsitas de té… Hay muchas ideas diferentes, muchas de ellas se pueden encontrar en Internet. Hay también calendarios ‘matemáticos', en los que por cada problema de matemáticas que se resuelva, se gana un dulce. No hay límites para la imaginación.”
Fabricar nuestro calendario
Por supuesto, los calendarios de Adviento se pueden comprar ya hechos, pero hoy en nuestro programa les proponemos hacer su propio calendario de Adviento. Un calendario de Adviento, normalmente, tiene forma de caja de cartón con 24 ventanitas que se van abriendo cada día, en las que se guardan dulces o juguetes. Pero lo que realmente caracteriza a un calendario de Adviento es que es una serie de 24 recipientes que se van abriendo conforme van pasando los días, coincidiendo el último recipiente con el día 24 de diciembre. Por este motivo, ¿por qué no probar cosas nuevas? Aquí les presentamos algunas ideas para probar en casa:
-Pueden usar 24 cajitas decorativas numeradas y apilarlas en forma de pirámide, o de otra forma original, e ir retirándolas conforme las vaya abriendo.
-O puede colgar 24 brillantes calcetines de colores en una cuerda, cada uno de ellos con un número.
-¿O por qué no pintar 24 tazas con los números de los días, y simplemente dejarlos sobre una bonita repisa, decorada con acebo y velas?
-Puede tomar una fuente de horno con 24 moldes para muffins o magdalenas, y taparlos con papel o imán, cada uno de ellos representando un día. Así, al final, ¡podrán celebrar la llegada de las Navidades con unos ricos muffins!
Tal y como dice Tina Peschel, no hay límites para la imaginación en lo que se refiere a los calendarios de Adviento. Asimismo, los dulces que se pongan en el interior tampoco están sujetos a reglas. Si así lo desea, puede poner mazapán o chocolates clásicos, pero también pueden atreverse con algo más exótico, como chocolates con tomate (¡o chile!), o unos ricos buñuelos, unas galletas de canela o limón, incluso unas exquisitas trufas, ¡o lo que se le ocurra!
Los caramelos son también una opción recurrente, y esto es precisamente lo que vamos a preparar hoy: unos ricos caramelos de miel y menta bien sanos para disfrutar de un Adviento bien dulce. Como siempre, pueden encontrar la receta completa en dw.de/gastronomia.
Caramelos caseros de miel y menta
Ingredientes
150 g de azúcar
50 g de miel
60 ml de agua
Aceite de menta al gusto
Preparación
Poner a cocinar en una olla el agua, azúcar y la miel y dejar que cueza sin dejar de remover hasta que se evapore el agua y la mezcla quede pegajosa.
Retirar la olla del fuego, dejar reposar la mezcla unos minutos y añadir el aceite de menta.
Colocar la mezcla en una fuente sin dejar que se extienda demasiado, y dejar que se enfríe hasta que se solidifique. A continuación, partirla en trozos pequeños con la ayuda de un cuchillo.
Autora: Lydia Aranda Barandiain
Editor: Enrique López