Insectos en la mesa
La semana pasada, un mensaje de la FAO, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, hizo que muchos en Europa fruncieran la nariz: decía que tenemos que empezar a plantearnos incluir los insectos en la dieta con el fin de combatir el hambre en el mundo. Según la FAO, los insectos son una fuente de alimento muy nutritivo y saludable con alto contenido en grasas, proteínas, vitaminas, fibra y minerales… y su producción es barata.
A pesar de lo ideal de todo esto, comer insectos se considera una especie de tabú en Europa. Por ello, resulta especialmente difícil encontrarlos en los restaurantes y supermercados. En Fráncfort del Meno, no obstante, hay un restaurante donde sí se puede. El restaurante de cocina indígena americana Manitou lleva ofreciendo desde hace 10 años dos menús, uno con comida “normal”, en palabras de su propio dueño, Baris Kaya, y otro con comida más “exótica”: carne de cocodrilo, de reno, de bisonte, de serpiente… Y un plato de insectos mixtos. Y no parece que les haya ido nada mal.
Un proceso de asimilación
“El concepto funciona", dice Kaya. "Si se ofrecieran insectos en un local común, sería muy difícil venderlos. Por ejemplo, si uno va a un restaurante a comer un schnitzel y se encuentra insectos en el menú, sería raro que los eligiera (risas). Pero cuando se va a un restaurante nativo-americano, la gente sabe qué esperar. Lo leen en Internet, o lo descubren por los anuncios televisivos.”
Según Kaya, entre sus clientes, mayoritariamente alemanes, los hay más atrevidos y más conservadores, pero al final, todo el mundo suele acabar aprovechándose de la oferta única de su menú: “La primera vez que vienen, suelen pedir un plato del menú más ‘normal'; la segunda, ya pasan al menú ‘exótico'; y la tercera, ya se atreven con el plato de insectos. Pero algunos vienen ya de todas partes con el objetivo claro de probar directamente este plato.”
No solo vienen clientes de toda Alemania, sino también desde países vecinos, según Kaya: Holanda, Luxemburgo, e incluso Suiza. Con un ambiente rústico, acompañado en ocasiones de música ceremonial de tribus amerindias como la Pow Wow, está claro que una velada en Manitou será difícil de olvidar.
Especialmente ese momento en el que el cliente consigue dar ese difícil paso a la hora de superar el tabú de comer insectos, según Kaya: “Es una idea que tenemos en la cabeza, y es difícil de superar, el preguntarse ‘¿debo comer un saltamontes?'. Pero una vez que se da un bocado, esta barrera se supera. Creo que en el futuro habrá más restaurante que lo ofrecerán como aperitivo o como plato principal, es algo que me puedo imaginar fácilmente.”
Consejos y receta
Para nuestra sección de gastronomía, Baris Kaya nos explica en qué consiste su plato de insectos mixtos: “Nuestro plato de insectos mixtos contiene saltamontes, larvas pequeñas y grandes. Se sirven asados, sin salsa, y los criamos nosotros mismos.” Su consejo principal es no freírlos, porque pierden sus propiedades nutritivas, y no mezclarlos con salsas o guarniciones, porque pierden su sabor.
Asimismo, Kaya nos muestra una de las recetas más “normales” de su menú para nuestro disfrute en casa: “La receta es para bolas de papa. Se toman dos papas, se pelan, se cuecen ligeramente, sin dejar que se reblandezcan del todo, se machacan, y se le añade cebolleta o cebollina, eneldo fresco y queso peccorino. Se sazona con un poco de sal y nuez moscada. A continuación se hacen bolitas de papa con las manos, se rebozan en harina de trigo y se fríen. Las solemos servir con una salsa de tomate especial de nuestro restaurante, chile y algo de queso.”
Autora: Lydia Aranda Barandiain
Editor: Pablo Kummetz