La Cumbre de Copenhague - ¿Aún podemos salvar el clima?
La Tierra padece una fiebre peligrosa. Los líderes políticos del mundo entero se manifiestan preocupados y dicen estar dispuestos a buscar un remedio. La base para conseguirlo debe ser creada en esta Cumbre de Copenhague, que será la conferencia internacional sobre el clima más grande de todos los tiempos. En el pasado apenas se llegó más allá de la declaración de buenas intenciones para la reducción del dióxido de carbono. Más de 15.000 participantes, entre ellos unos 100 jefes de Gobierno, discutirán las medidas para detener el calentamiento del clima global.
Los fenómenos que anuncian el cambio climático ya son más que evidentes: sequías, inundaciones, derretimiento de glaciares. La temperatura sobre el globo aumenta de manera drástica. Los expertos pronostican que al final de este siglo habrá subido en 6 grados El aumento del nivel del mar por esta causa llevaría a que desaparecieran países e islas enteras. Los principales causantes de este desastre son sin duda los países industrializados. Sobre todo los EE UU, China e India se ven ahora muy presionados a hacer concesiones. En la reunión de Kioto, en 1997, los países industrializados firmaron un protocolo que insta a reducir los gases de efecto invernadero en la atmósfera. Pero casi nadie ha estado dispuesto hasta hoy a llevar eso a la práctica.
Los expertos esperan que esta vez, los países industrializados efectivamente sean los primeros en poner un buen ejemplo. En especial Estados Unidos debe comprometerse. Sin su participación, cualquier acuerdo tendría poco efecto. El presidente Obama se muestra optimista en vísperas de la cumbre. Su Oficina del Medio Ambiente le ha otorgado nuevas libertades para fijar con más flexibilidad metas en política ambiental. La Canciller alemana, por su parte, ha hecho un llamado a China e India a mostrar un mayor compromiso en la lucha por salvar el clima.
La cuestión decisiva en Copenhague será si se consigue un acuerdo con obligaciones de valor jurídico o no. Vagas declaraciones de buenas intenciones ya hay de sobra.