Viaje al centro de la Tierra
A primera vista, parece que la época de los grandes exploradores es cosa del pasado. Mares y montañas ya han sido cartografiados, los satélites cubren los parajes más recónditos de la selva y hasta el mundo microscópico ya está quedando a la vista. Pero bajo la tierra hay todavía mucho por descubrir. Eso es lo que anima a los espeleólogos a adentrarse por grietas y socavones hacia las profundidades, con el afán de estudiar las cavernas y su formación.
Para dedicarse a la espeleología se requiere, sin duda, espíritu de aventura. Pero sus cultores no son solo aventureros, sino personas dispuestas a enfrentar los rigores de las expediciones subterráneas movidos por la curiosidad que sirve de base a toda ciencia. En Alemania, la Federación de Investigadores de Cavernas (VdHK) agrupa a más de 100 ligas regionales, y su objetivo declarado es no sólo la exploración, sino también el resguardo de ese mundo que se despliega bajo la superficie terráquea.
Descubrimientos recientes
Aún es tiempo de descubrimientos; y así lo demuestra el hecho de que el sistema de cavernas más profundo de Alemania, el Riesending-Schachthöhle, cerca de Berchtesgaden y de la frontera con Austria, fue descubierto apenas en 2002 por un grupo de espeleólogos, entre quienes se contó Johann Westhauser, quien recientemente se accidentó a unos 1000 metros de profundidad.
En cada nueva expedición, los exploradores han ido descubriendo nuevas cavidades, fosas y laberintos subterráneos. Pero sus objetivos no se limitan solo a levantar planos o hacer mapas de esos parajes misteriosos. Los modernos “viajes al centro de la tierra” pueden servir para hacer también estudios geológicos o incluso climatológicos.
¿Termómetro del cambio climático?
La VdHK desarrolla por ejemplo un proyecto de Catastro Climático. A diferencia de los que ocurre en la superficie, las variaciones coyunturales de temperatura no tienen prácticamente impacto en el ambiente de las cavernas. Las de largo plazo inciden considerablemente más tarde en las profundidades. Por eso, estudiar las alteraciones de temperaturas en las cuevas puede brindar indicios sobre el proceso a largo plazo en el exterior.
El proyecto de la VdHK contempla registrar las mediciones de temperatura realizadas en diversas cavernas de Alemania y erigir posteriormente un sistema de monitoreo a nivel nacional.
Esta es una de las múltiples posibilidades que se abren a la investigación en el mundo de las cavernas, donde la Tierra guarda también sus “cápsulas del tiempo”, en las que se conservan fósiles o microorganismos de gran interés científico.