África, protagonista del Foro Social Mundial
20 de enero de 2007Con el lema "Otro mundo es posible", el Foro Social Mundial (FSM) se celebra desde 2001 en enero para que coincida con el Foro Económico Mundial de la ciudad suiza de Davos y se define a sí mismo como un espacio de encuentro que favorezca la construcción internacional de alternativas al pensamiento único neoliberal.
La idea de que otro mundo es posible, aunque muy necesaria en otras regiones, es imperativa en África, porque es la zona más excluida, oprimida y olvidada del planeta.
"Nuestro continente es el más frágil, los impactos de la globalización son dramáticos en África", afirma Tawfiq Ben Abdallah, miembro del Comité Organizador Africano.
Desequilibrio peligroso
En realidad, el FSM ya pasó por un país africano en 2006, cuando se celebró en Bamako (Mali), pero esa fue una cita descentralizada que tuvo lugar paralelamente en Caracas (Venezuela) y Karachi (Pakistán), por lo que la asistencia se repartió y el peso mediático fue mucho menor.
A pesar de que en África viven, aproximadamente, 830 millones de personas, el trece por ciento de la población mundial, el continente representa sólo el uno por ciento de la inversión directa extranjera y el dos por ciento del comercio mundial.
En África se hallan 35 de los 48 países más pobres del planeta y más del cuarenta por ciento de su población vive con menos de un dólar al día.
Además, el continente es el más afectado por la pandemia del sida y de los 38,6 millones de personas en el mundo que están infectadas por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), causante de la enfermedad, 24,5 millones viven en África Subsahariana.
Potencial de cambio
Cientos de mesas redondas, debates, conciertos, así como varias marchas desde las barriadas de chabolas de Nairobi, tratarán durante cinco días de concretar los problemas que afronta el mundo, en general, y el continente africano, en particular, y cómo los ciudadanos pueden contribuir a resolverlos.
El brasileño Chico Whitake, uno de los fundadores del FSM, cree que África, al no haberse desarrollado, podría evitar los errores del sistema económico imperante.
"El gran potencial de África es que se trata de un continente donde hay mucho por hacer. Hay nuevos modelos de desarrollo que incluyen, por ejemplo, la conciencia ecológica, y si hay algo en lo que la globalización ayuda es en que las ideas de algunas partes del mundo sobre un nuevo modelo de sociedad pueden ponerse en práctica en otras".