Becas Erasmus: más de nueve mil historias latinoamericanas

En un mes se abre la nueva convocatoria para las becas Erasmus Mundus, el programa que une a aspirantes latinoamericanos a una maestría con programas en universidades de la Unión Europea. "En este momento hay un catálogo con 130 programas en varias áreas del conocimiento”, cuenta a DW Cristina Martínez Tapia, ex becaria y ahora representante del programa para Ecuador.

"Cuando finalicé mi pregrado, encontré esta opción de la beca Erasmus Mundus. Y realicé tres semestres de mi maestría en Francia y uno en Alemania”, sigue Martínez Tapia. Actualmente trabaja desde Francia en el desarrollo de Eutopia, una alianza de diez universidades europeas que están desarrollando un espacio académico común. Aparte de eso, como voluntaria, coopera con la delegación de la UE en Ecuador en un programa de tutoría para interesados en este tipo de movilidad académica. "Erasmus Mundus a mí me ha abierto muchas puertas”, apunta.

Algunas cifras

Erasmus, el programa más exitoso de la Comisión Europea y barco insignia de la movilidad estudiantil, en sus 35 años registra 13 millones de "movilidades”. En un primer momento estudiantes universitaros, luego personal docente y en la más reciente etapa también escolares, aprendices y deportistas han podido realizar estudios y prácticas en otros países europeos. Y, en el marco de Erasmus Mundus, en 80 países. 

Con respecto a América Latina, desde 2014, 3.068 estudiantes y 3.033 docentes han participado en programas de hasta doce meses en planteles europeos. En la otra dirección, 710 estudiantes y 2.694 docentes han pasado un año en institutos latinoamericanos y caribeños. En cuanto a Erasmus Mundus -que existe desde 2004 y está destinado solo a estudios de maestría-, 3.462 estudiantes latinoamericanos han estudiado en alguno de los 27 países de la UE. "Pueden optar por programas que tienen lugar en cuatro países”, explica Martínez Tapia.

¿Es difícil acceder a estas becas? El requisito es un alto nivel de inglés, buen nivel académico y pruebas de voluntariados o pasantías. "Desde el año 2004, cuando empezó Erasmus Mundus, estamos cerca de los 500 becarios que han salido de mi país”, apunta. Las nuevas campañas de información han logrado un aumento significativo de becarios en los últimos dos años.

Estando tan lejos, ¿los estudiantes latinoamericanos pueden estar seguros de que no va a faltarles nada? "La beca incluye pasajes de ida y vuelta, los mil euros mensuales llegan puntualmente y cuentan con seguro médico”, informa Cristina Martinez.

Experiencia vital

"Lo más importante no era el dinero, que era poco”, cuenta a DW, desde Alemania, una becaria española, de hace 20 años, cuando la beca para europeos rozaba los €300 (ahora supera los €600). "Es la oportunidad: ese año fue el mejor que he vivido e hice amistades para toda la vida”, agrega la entonces estudiante de periodismo.

"Yo hice mi año de Erasmus en Finlandia. Me gustarían más intercambios también a nivel escolar y de formación con América Latina”, comenta la directora de un centro Erasmus en Bilbao. 

"Después de Portugal, Malasia y Perú, que recorrí entero desde Lima pasando por Machu Pichu hasta la selva, siento que mis ojos se han abierto, que entiendo cómo funciona la vida", comenta a DW Aivaras Misiunas, lituano de 23 años.

Como fuere, a este programa que empezó hace 35 años con un presupuesto modesto y ahora cuenta con 26 mil millones de euros lo acompaña la leyenda de que tiene la capacidad de cambiar vidas. "Es así. Es un programa que aporta a los jóvenes de la sociedad, a romper barreras, a entender y aceptar que otros piensan diferente”, afirma Cristina Martínez.

"La rama académica está abierta a todo el mundo, no solo a los europeos. Es difícil que alguien que busque un programa Erasmus Mundus no encuentre algo de su interés”, concluye Martínez con la vista puesta en los preparativos de la convocatoria de 2022

(ers)