A la caza de piratas

¿Qué se hace cuando los "piratas" no quieren entender? Se les combate con toda la fuerza de la ley. Y si las leyes no existen, pues se hacen. Las bases legales para luchar en contra de la piratería virtual de música aún no están del todo definidas, pero la industria discográfica se esfuerza en marcar su sello y se apresura a señalar la senda correcta por la que deben y pueden navegar en el mundo virtual los amantes de la música.

Ya desde hace tiempo que la Asociación Alemana de Música "Phono"(IFPI, por sus siglas en alemán), viene advirtiendo sobre las primeras demandas contra aquellos que intercambian música a través de la gran red virtual. En la mira están 68 de los más "peligrosos piratas", es decir, aquellos internautas que ofrecen con frecuencia y en volumen piezas musicales.

La lucha contra el mal

La industria discográfica no puede aguardar por más tiempo con los brazos cruzados y observar como se ofrecen millones de piezas musicales vía internet, sin recibir su tajada del pastel. Tienen que acabar con su principal enemigo. IFPI ha contratado los servicios de una bufete de abogados hamburgués para poner orden en el caos. La industria discográfica alemana se suma así a una lucha que se registra en Estados Unidos, en donde el tema ocupa a los juzgados desde hace meses.

Hasta el momento IFPI se había limitado a perseguir las ofertas ilegales de música en páginas web o servidores-ftp. Según sus declaraciones en los últimos años se ha demandado a los dueños de 4.000 páginas y se ha logrado retirar unos cuantos millones de ofertas ilegales de la red.

La ilusión del anonimato

Con la demanda contra personas privadas que usan la red para intercambiar piezas musicales, la industria discográfica de un paso más en su guerra, que como en toda guerra tiene daños colaterales. Aún cuando la Ley apoya a la industria discográfica no lo hace sin cierto dolor de cabeza, pues en este combate se pisan algunos derechos.

¿Cómo se ha logrado definir a los 68 "piratas desenfrenados"? Muchos internatuas alemanes se sentían protegidos por el anonimato del mundo virtual. Pura ilusión. Con una simple pregunta al proveedor de servicios (ISP) se puede identificar a aquellos que intercambian música. Los proveedores de servicios de internet han sido víctimas de intimidaciones en forma de demandas desde hace meses, una táctica que como se ve ha tenido éxito.