Más de seis décadas después de su presentación, la furgoneta Volkswagen nada ha perdido de su fascinación. A fines de los años 60 se transformó en un vehículo de culto, sinónimo de libertad y aventura. Hasta 1967, fin de producción de la primera generación, se fabricaron 1,8 millones de unidades. Las primeras fueron construidas en Wolfsburgo.