Donald Trump cambia de rumbo con la guerra de Afganistán
22 de agosto de 2017El aspecto más significativo del discurso del presidente Trump sobre Afganistán fue el cambio radical en su forma de pensar sobre la intervención de Estados Unidos en la guerra de dicho país. En el pasado, Trump criticó reiteradamente los esfuerzos bélicos de Estados Unidos en Afganistán. Washington debía concentrarse en sacar adelante su propio país. Pero "cuando se convirtió en presidente y estudió el tema más cuidadosamente con los generales, empezó a pensar de forma diferente”, dijo Jennifer Mercieca, experta en retórica política de la Texas A&M University.
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Ahora, no solo ha dado marcha atrás en la decisión de abandonar Afganistán. Al aprobar el aumento de tropas sin ofrecer detalles, el presidente Trump ha dejado su propia huella en esta intervención de 16 años. En la actualidad, hay más de 8.000 soldados estadounidenses desplegados en Afganistán.
Mucha retórica, pocos detalles
"Para un discurso político tan importante, este careció terriblemente de detalles reales sobre la estrategia estadounidense o los objetivos finales en Afganistán”, dijo Jason Lyall, investigador político y estudioso de Afganistán en la Universidad de Yale: "Nunca se nos dio a conocer criterios claros de 'éxito' o información con sentido sobre lo que es nuevo en su enfoque y que no se haya intentado con anterioridad. En este aspecto, pienso que el discurso fue muy pobre”.
Aunque Trump omitió medidas tangibles o cifras, sí adornó su discurso con una retórica altisonante. Dijo que Estados Unidos ahora "luchará para ganar” y llamó a los terroristas "maleantes” y "perdedores”. Más allá de las palabras y promesas de conceder a los comandantes más libertad sobre el terreno para que tomen decisiones en el acto e ir tras el enemigo, el discurso no ofreció detalles sobre el camino preciso hacia la paz. "Su enfoque pareció descansar en la idea de matar a tantos insurgentes como sea necesario hasta que abandonen y no intentar hacerles partícipes de un proceso de reconciliación”, opinó Lyall.
Trump, el orador presidencial
"En la apertura hizo llamados a los valores nacionales como la democracia y la libertad y pidió a sus ciudadanos que se amen y confíen unos en otros, apelando a los valores trascendentales nacionales”, dijo Merciera. La especialista no cree que los estadounidenses prestarán más apoyo a la guerra en Afganistán, pero tampoco piensa que ese fuese probablemente el objetivo de Trump.
"Por un lado, está claro que está siguiendo el consejo de sus generales y así es posible que se lave las manos de dicha guerra en caso de que sus esfuerzos no tengan éxito. Por otro lado, se ha posicionado para recoger los frutos en el caso poco probable de que su estrategia cambie la situación en Afganistán”, dijo a su vez Lyall. "Trump quiere ser el dueño de la guerra, pero solo si la gana. Si no, la derrota pertenecerá a sus generales”, añadió.
Michael Knigge (RMR/ER)