A un mes del cataclismo en Asia
26 de enero de 2005Al cumplirse 30 días desde el segundo terremoto más grande de la historia el balance no podría ser más funesto: a más de 280 mil muertos el número de víctimas fatales se eleva, casi treinta veces más que las del 11 de septiembre de 2001.
Sólo Indonesia cuenta con 228 mil fallecidos y rescata a unos 1100 cadáveres al día en la región de Aceh, en el norte de la isla de Sumatra. Su presidente, Susilo Bambang Yudhoyono, indica que quizás nunca se llegue a conocer el número exacto de muertos. Las condiciones sanitarias en Aceh, una de las más complicadas por sus 835 médicos perecidos, están bajo control según la Organización Mundial de la Salud, eliminando casi por completo la amenaza de epidemias como la malaria o el tétano.
Sanar las heridas
La comunidad internacional decidió ayudar en esta catástrofe, que fue categorizada como global. 800 millones de dólares sólo desde Australia, 670 millones de Alemania y 85 millones de China, además, de todas la donaciones privadas, son parte del esfuerzo para sanar las heridas.
El dinero y los rescatistas no escasean. El gran enemigo es la falta de logística para llevar la ayuda humanitaria a los que más la necesiten. Dos mil camas de hospitales permanecen sin uso al norte de Sumatra, en donde no hay pacientes. Un ejemplo, entre muchos, de la falta de coordinación, que en el caso de Indonesia se agrava por su excesiva burocracia.Una ola de paz
En medio del desastre existen renovadas oportunidades de paz para países como Sri Lanka. Los copresidentes de la Conferencia de Tokio para la Reconstrucción y Desarrollo de Sri Lanka –Estados Unidos, Unión Europea, Japón y Noruega- pidieron al Gobierno de Sri Lanka y a los Tigres de Liberación de la Patria Tamil, principal grupo subversivo, que hagan todo lo posible por continuar respetando el acuerdo de cese al fuego como base para el proceso de paz, iniciado en el 2002.Turismo devastado
La Asociación de Naciones del Sudeste Asíatico (ASEAN) está trabajando para reducir temores. Puket, así como otras quince islas afectadas, ya están limpias y listas para recibir turistas según el ministro de Turismo de Tailandia, Krirk-Krai Jirapaet, quien reconoció que el sector está perdiendo diez millones de dólares al día.
China y ASEAN trabajan en conjunto para crear un mecanismo regional de alerta. Estudiarán el sistema de Japón, uno de los más avanzados, ya que el 85 por ciento de los tsunamis del mundo se producen en el Pacífico. Los nipones se comprometieron a cooperar con la instalación, que demorará dos años.
Mar de miedos
Terremotos y tsunamis como éste son sólo una cuestión de tiempo y no mera casualidad o conspiración del universo. Ecuador y Chile ya están viviendo en carne propia la histeria masiva posterior. El movimiento telúrico de seis grados en la escala de Richter, registrado el 25 de enero en el Océano Pacífico frente a la costa de Ecuador, con más de 60 réplicas, desató preocupación ante la posibilidad de un maremoto. Chile sufrió una verdadera estampida humana y la pérdida de dos vidas por dos falsas alarmas en su costera ciudad de Concepción, por un correo electrónico sensacionalista.