Blogueando por la democracia
5 de marzo de 2010En una sala de conferencias del Parlamento Europeo, parlamentarios europeos conversaron por más de dos horas con veinte blogueros cubanos. O intentaron conversar: el calendario puesto en Bruselas en el siglo XXI parecía atrasarse décadas cuando les tocaba hablar a los internautas cubanos: la conexión se caía, se interrumpía, se perdía. No los une una postura política, sino la búsqueda de libertad de expresión, cuenta al teléfono Yoani Sánchez, la más famosa de las periodistas cubanas en la red. “Internet no fue una elección, sino la única posibilidad”, dice Yoani al exponer la situación en la que viven. Los blogs y el twitter les han concedido un espacio de visibilidad.
Sin embargo, los accesos a internet no están en cada casa y no tampoco están destinados al mortal común sin conexión política; en los hoteles hay acceso a la red, a precios prohibitivos: entre 5 y 8 euros la hora, un precio que un cubano normal no puede pagar. Es más, algunos de estos blogueros tienen el acceso vedado a esas computadoras.
“Hay permanentemente agentes de seguridad apostados frente a esos hoteles”, confirma Benoit Hervieu, de Reporteros Sin fronteras. “La policía chequea la identidad de los que entran y todas las páginas que consultan. Pienso que la situación es más difícil ahora, la represión no es la misma que bajo Fidel Castro. Antes era el tiempo de juicios y muchos años de prisión. Ahora hay represión, arrestos y el bloqueo de todo acceso a la información. Y puede ponerse peor en los próximos meses”, vaticina Hervieu, quien teme que a los blogueros se les pasen más cuentas. La blogosfera cubana “se han convertido en promotora de la acción social, en vigilante de los poderes”, dijo por su parte Manuel Desdin, fundador del portal www.cubaencuentro.com.
La blogoesfera cubana
“Está creciendo desde abajo, algo que para el Gobierno es incontrolable, un movimiento de gente joven que se toma el derecho de expresar su opinión, que se toma la libertad de perder el miedo y simplemente decir lo que quiere decir. Es algo fulminante. Conozco la situación en Cuba, el miedo es tan general, desde hace muchos años y esa generación ahora dice no”, dice a DW-WORLD Theresia Bauer, diputada alemana en el Parlamento regional de Baden-Württenberg. Del partido de Los Verdes, a través de la Fundación Heinrich Böll, la política alemana trabajaba en el diálogo con la sociedad civil. Hasta que hace seis años el Gobierno de La Habana lo interrumpió.
La última muerte
La muerte de Orlando Zapata Tamayo después de una prolongada huelga de hambre ha llevado una vez más el tema de los derechos humanos en Cuba a los titulares. “Su madre denunció que lo habían encadenado: yo fui testigo de ese encadenamiento, por más de 12 horas fue esposado y encadenado. Fui testigo de dos de las golpizas que el Gobierno dice que no sufren los presos en Cuba. La situación del presidio político es crítica, tomábamos agua podrida, teníamos que comer comida fermentada”, cuenta el reverendo y bloguero Ricardo Santiago Medina, quien compartió prisión con Zapata Tamayo
¿Qué se puede hacer desde la UE?
“Es necesario que el Parlamento Europeo haga presión en el Gobierno cubano para que permitan la entrada a los relatores”, pide tanto Medina como los otros blogueros, respondiendo a la pregunta base de la conferencia: ¿qué puede hacer la UE para mejorar la situación de los derechos humanos en Cuba? “Hay que tomar una postura clara”, responde Herviu, de Reporteros Sin Fronteras.
“El margen de lo que podemos hacer es muy estrecho; pero en ese margen está apoyar a las personas que pacíficamente, democráticamente sin provocaciones y sin violencia luchan por los derechos humanos fundamentales, a los activistas que son gente muy diversa y a los presos de conciencia que están en unas condiciones carcelarias extremas. Y tenemos que contribuir a la visibilidad para que las condiciones mejoren y a ser posible que se ponga en libertad a esos presos”, responde a DW-WORLD Luis Yánez-Barnuevo, diputado europeo por la Alianza Progresista de Socialistas.
Este político español sigue desde hace más de 30 años el caso de Cuba: “Como le ha pasado a mucha gente, ha sido un proceso progresivo de decepción. Porque aquella revolución que empezó con tanta ilusión colectiva - en Cuba y en el mundo entero- fue muy pronto degradándose. Y han pasado cincuenta años de una fuerte degeneración de los ideales iniciales. Ahora que ha habido un caso muy grave como es la muerte de Orlando Zapata, se requiere una respuesta serena pero firme y amplia de la comunidad internacional”, dice Yánez-Barnuevo haciendo alusión a la resolución al respecto que se votará en los próximos días en el Parlamento Europeo.
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¿Es ayudar a Cuba flexibilizar la posición común?
¿Flexibilizando la posición común que en 1996 adoptó la UE frente a Cuba o levantando el embargo de Estados Unidos se aportaría a mejorar la situación en Cuba? El bloguero Dimas Castellanos opina que no, pues sería dar un paso hacia Cuba, sin que el gobierno haya hecho ningún esfuerzo. Además, opina Castellanos, “al gobierno de Cuba no le conviene porque de esta forma puede mantener su estatus de país hostigado”.
Por su parte, Yánez-Barnuevo responde: “Los primeros que no quieren que el bloqueo y el embargo desaparezca es la cúpula del poder cubano. Cuando Clinton quiso quitar el bloqueo los Castro derribaron varias avionetas de Hermanos al Rescate para provocar una reacción de endurecimiento norteamericano. Y cuando Obama ha tendido la mano y ha facilitado muchos aspectos de viajes de personas que viven en Cuba y tienen familiares en Estados Unidos, la reacción de Cuba ha sido endurecer la mano y la represión”.
¿Idealizando a Cuba?
Sea como fuere la situación, en ciertas esferas políticas alemanas y europeas, a Cuba se la sigue viendo desde las trincheras ideológicas de los años 60. “Hay una disposición increíble para crear un romance y una nostalgia en torno a Cuba”, cuenta Bauer. “Especialmente entre los que sienten liberales o de izquierda, se piensa solamente en la música, en el sexo, las palmas y el mar; todas cosas muy lindas sobre Cuba que no tienen nada que ver con el Gobierno y el régimen que hay allá. Es casi cínico gozar aquí en Europa de los derechos humanos como algo normal, pero negarlo o no interesarse por el sufrimiento que tiene el pueblo cubano por no tenerlos”, concluye.
Para Franziska Brantner, diputada por Los Verdes desde 2009, ésta es una cuestión generacional: los nuevos políticos –aunque sean de izquierda- no ven en la isla un símbolo ideológico. Promotora de esta conferencia, Brantner dice a DW-WORLD: “tarea de la UE en este momento crítico es buscar el difícil equilibrio entre abrirse a Cuba económicamente, acabar con las sanciones y al mismo tiempo tomar posturas claras cuando se trata de derechos humanos”.
Autora: Mirra Banchón
Editor: José Ospina Valencia