Acusan a Cuba de utilizar crisis en Myanmar para detener a disidentes
3 de octubre de 2007La Sociedad Internacional por los Derechos Humanos (IGFM, por sus siglas en alemán) afirmó que mientras en Myanmar la Junta militar reprimía manifestaciones pacíficas, lideradas por monjes budistas, en Cuba más de 20 ciudadanos fueron aprehendidos el 28 de septiembre por pedir un trato digno para los presos políticos.
De acuerdo con Martin Lessenthin, portavoz de la entidad, ésta no es la primera vez que el gobierno castrista se escuda detrás de acontecimientos políticos de gran impacto internacional “para cobrar cuentas pendientes con la oposición”.
En abril de 2003, “cuando la atención del mundo estaba centrada en lo que sucedería en Irak, el régimen cubano detuvo a 75 personas, entre periodistas, disidentes y escritores, luego de rápidos procesos judiciales y sin la ayuda de un abogado defensor”, aseguró Lessenthin.
Aunque una gran parte de los encarcelados hace cuatro años ya ha sido liberada, aún se desconoce el paradero de varios de los detenidos hace una semana. En tanto, algunos deberán cumplir arresto domiciliario.
Críticas a Lafontaine
Al mismo tiempo la IGFM, con sede en Fráncfort, criticó al líder del Partido de la Izquierda de Alemania, Oskar Lafontaine, por “traicionar el tema de los derechos humanos” durante su visita a Cuba a finales del mes de agosto.
Invitado por el Partido Comunista Cubano (PCC), el ex socialdemócrata alemán se reunió con diversos funcionarios y miembros del gobierno de Fidel Castro con la intención de estrechar los nexos entre ambas formaciones políticas.
Poco antes de arribar a la isla, el representante de la izquierda alemana recibió una carta de la IGFM con los nombres de varios de los disidentes encarcelados, en la que se le instaba a interceder por ellos. Las esperanzas de los familiares de las víctimas estaban puestas en él.
“No habló del tema para no perder su nuevo grupo de apoyo, los viejos miembros del Partido Socialista Unificado de Alemania”, afirmó Lessenthin, quien estimó que al no hacerlo Lafontaine “respaldó indirectamente a quienes violan los derechos humanos del pueblo cubano”.
Desde 1972 la IGFM, organización no gubernamental, trabaja en favor de los derechos humanos de los grupos minoritarios en diversas partes del mundo, en colaboración con las Naciones Unidas.