Acusan a fuerzas iraquíes de crímenes de guerra
10 de noviembre de 2016Organizaciones humanitarias denunciaron el jueves (10.11.2016) asesinatos y torturas a civiles al sur de Mosul por parte de las fuerzas gubernamentales iraquíes. En un primer reporte sobre abusos en la campaña puesta en marcha por el ejército iraquí –y respaldada por Estados Unidos- para recuperar la ciudad controlada por Estado Islámico, Amnistía Internacional dijo que "hasta seis" personas de las que las fuerzas de seguridad sospechaban que tenían vínculos con el grupo extremista yihadista fueron halladas muertas el mes pasado en los subdistritos de Shura y Qayyara.
La organización defensora de los derechos humanos acusó a la policía iraquí de haber ejecutado a tiros a los sospechosos.
"Hombres que llevaban el uniforme de la policía federal han cometido múltiples asesinatos ilegales, arrestando y luego asesinando deliberadamente a sangre fría a residentes de poblaciones al sur de Mosul", dijo la subdirectora de investigación de la oficina de Amnistía Internacional en Beirut, Lynn Maalouf. Y añadió: "Las autoridades iraquíes deben investigar estos incidentes inmediatamente en profundidad y de forma independiente”, y el Gobierno iraquí debe suspender del servicio a todas las personas sospechosas de haber cometido crímenes de guerra.
Según AI, las ejecuciones extrajudiciales ocurrieron al sur de Mosul. Varios habitantes de localidades liberadas habrían sido maniatados o golpeados con cables y culatas de fusiles antes de ser asesinados a tiros. En algunos casos, los cadáveres habrían sido mutilados o fueron hallados con los ojos vendados. Todos los muertos, además, habrían sido enterrados sin ninguna autopsia previa.
Mientras, la organización Human Rights Watch (HRW) aseguró que al menos 37 sospechosos de estar vinculados con Estado Islámico habrían sido detenidos por fuerzas iraquíes y kurdas en puestos de control, pueblos, centros de vigilancia y campamentos para personas desplazadas en los alrededores de Mosul y Hawija, más al sur. De acuerdo con el informe de la organización, familiares de los detenidos aseguran que nadie sabe dónde están siendo retenidos y lamentan no haber podido contactar con ninguno de ellos desde su captura.
Según HRW, tales prácticas "incrementan de manera significativa el riesgo de otras violaciones", incluida la tortura.
Gobierno niega las acusaciones
Un portavoz del Ministerio del Interior iraquí negó que se hubieran producido tales violaciones y afirmó que las fuerzas de seguridad respetan los derechos humanos y el derecho internacional. Según la agencia Reuters, los portavoces de la policía federal iraquí declinaron hacer declaraciones.
Al mismo tiempo, un portavoz del Gobierno regional kurdo desmintió el informe de HRW, alegando que los retrasos a la hora de informar a las familias eran pocos y que se debían a la limitación de recursos. "No se retiene a nadie en instalaciones desconocidas. Están en instalaciones identificadas", aseguró Dindar Zebari.
JC (Reuters, dpa)