Adiós a las figuras multiculturales del Gobierno francés
16 de noviembre de 2010Los disturbios ocurridos en la provincial ciudad de Grenoble el viernes pasado (12.11), cuando un vehículo prendió en llamas y un grupo de bomberos fue agredido con armas de grueso calibre resultando herido uno de ellos, son sucesos que son percibidos casi como algo normal en Francia, donde los bomberos se encuentran bajo jerarquía del ejército y son vistos como el brazo prolongado de la policía.
Durante su campaña de reelección el presidente Nicolás Sarkozy hizo tentadoras promesas a los habitantes de los suburbios y como resultado muchos franceses de origen árabe votaron por Sarkozy en 2007.
Su voto fue una reacción a las esperanzas que despertó durante su primer período cuando fue designada la llamada perla negra de su gobierno: Rama Yade, la primera mujer negra que llegó a la cúpula política francesa designada secretaria de Derechos Humanos de Francia.
Otro ejemplo esperanzador fue la designación de Rachida Dati como ministra de Justicia. Dati, segunda de once hijos de un matrimonio marroquí-argelino, creció en uno de los suburbios de Lyon y comenzó a trabajar con Sarkozy siendo éste ministro del Interior en 2002.
Adiós a la diversidad en el Gobierno galo
Según Sarkozy la diversidad de la sociedad francesa debía reflejarse en las figuras que dirigen el país. Sin embargo desde este lunes (15.11) esa diversidad ha dejado de existir. La última en empacar sus cosas y dejar el gabinete galo fue Fadela Amara, secretaria de Estado de Política de las Ciudades, una mujer luchadora de origen magrebí, militante de SOS Racismo.
“Estoy totalmente consciente de que he sido frenada por el aparato gubernamental que se ha quedado inamovible por el sectarismo político. Por supuesto, no me he comportado como los demás y por lo menos no apesto a establo”, dijo Amara, que nunca descartó la posibilidad de dimitir cuando su participación en el Gobierno del primer ministro Francois Fillon fuera insoportable.
Todos los ministros con trasfondo migratorio eran una especie de “advertencia” de los gigantescos problemas que supone la integración en la sociedad francesa, desde el analfabetismo hasta el alto desempleo juvenil en los suburbios.
Yade, la más bella y envidada
Al final ni al presidente Nicolás Sarkozy ni al ministro del Interior Brice Hortefeux, que recurrió a la fuerza policial para poner orden en los disturbios ocurridos en los suburbios, no les gustaron esas advertencias en las filas del Gobierno y menos aún el estilo de la ministra Rama Yade, que llamó la atención de los franceses pocos meses despues de su nombramiento, cuando criticó en el 2007 la visita del presidente libio Muammar Gaddafi.
“Fue el hecho de que tuviera lugar exactamente el día de los Derechos Humanos cuando se celebraba el 59 aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos Universales, lo que me pareció algo molesto”, señaló Yade.
Todavía la semana pasada Yade seguía encabezando la lista de popularidad (53%) entre los políticos franceses e incluso superaba a la del presidente Sarkozy por 20 puntos, según el semanario Le Point. Sarkozy, que inicialmente quería fundar un ministerio para la Inmigración y la Identidad Nacional, acabó integrando estos temas en el ministerio del Interior.
Sarkozy, que no logra repuntar en las encuestas en los últimos meses, presentó su nuevo gabinete con el que se posiciona de cara a las elecciones presidenciales en el 2012, y está lleno de caras conocidas.
Vuelve el ex-primer ministro Alain Juppé como nuevo ministro de Defensa, mientras que continúa Francois Fillon como primer ministro. Además de Fadela Amara y Rama Yade, que representaban la diversidad étnica, se va el hasta ahora ministro del Medio Ambiente y Energía, Jean Louis Borloo, que fue responsabilizado de la escasez de combustible durante las pasadas protestas contra la reforma de pensiones.
Autor: Johannes Duchrow/ Eva Usi
Editor: Enrique López Magallón