Adorado y después desaparecido
20 de agosto de 2013Publicidad
Cuando tenía cuatro o cinco años, recibí mi primer juguete: un camión de madera. Un amigo de mi padre, que era carpintero, lo fabricó para mí. El camión de juguete estaba pintado con mucho gusto, y parecía un camión real en miniatura. Recuerdo cómo arrastraba el camión detrás de mí con un hilo grueso. A mis amigos les encantaba mi juguete, y me lo pedían para jugar con él una y otra vez.
Lamentablemente, también me acuerdo de que por aquel entonces un fan desconocido me lo robó. El carpintero y amigo de la familia, por desgracia, se mudó de nuestro pueblo, así que ya no tuve posibilidad alguna de recibir un nuevo camión de madera.
Autor: Abdul de Pakistán
Editora: Jeanette Müller