Adviento, querido Adviento

En 1839, Johann Heinrich Wichern inventó la corona de Adviento. Dirigía un orfanato en Hamburgo y quería hacer felices a los niños. Se le ocurrió colgar un neumático ycolocar una vela por cada día de Adviento; las de los domingos eran las más grandes. Las velas se encendían, una a una, hasta que llegara la Navidad. Hoy, a la corona de Adviento sólo le quedan cuatro velas.

Hasta el siglo XVI, los niños recibían sus regalos de Navidad el 6 de diciembre, día de San Nicolás. Pero Martín Lutero cambió esta fecha por el 24 de diciembre porque rechazaba la veneración a los santos. Los protestantes inventaron el calendario de Adviento en 1902 para acortar la espera de los niños: 24 puertas, 24 sorpresas. Los calendarios se empezaron a vender a partir de 1920.

Para los católicos, Santa Claus era y sigue siendo importante. Hoy, los niños todavía esperan encontrar botas llenas de golosinas frente a sus habitaciones, la mañana del 6 de diciembre. Desde 1555, hay registros de que Nikolaus entrega los regalos de Navidad. La costumbre se remonta a una leyenda que dice que el obispo daba regalos a mujeres pobres en el siglo IV.

Alemania es famosa en todo el mundo por la atmósfera de sus mercados navideños. Se los encuentra en todas partes, menos en este 2020, en que el coronavirus ha obligado a suspender casi todos. Tradicionalmente, muchos de los puestos venden vino caliente, waffles, artesanías, joyas o sombreros mientras se escuchan villancicos. El mercado más antiguo es el de Dresde, que data de 1434.

Galletas, estrellas de canela y croissants de vainilla son imprescindibles en cualquier mesa de café de Adviento. Hornear juntos es una costumbre popular en muchas familias. Los galletas se preparan rápidamente. La masa laminada se corta con varios moldes. La luna y las estrellas, los abetos o las figuras de animales se colocan en la lata y al horno. ¡Saben divino!

Preparar Christstollen en casa es mucho más caro que hornear galletas. El origen de este manjar se remonta a la Edad Media. En aquella época, consistía en harina, agua y levadura; ingredientes como la mantequilla y la leche no estaban permitidos por la Iglesia Católica. Sajonia cambió esa costumbre en 1491. Hoy, el Christstollen de Dresde se consume en toda Alemania.

Adviento es una época para tomar vino caliente o glühwein. No importa si el vino es tinto o blanco, igual se lo condimenta con canela, clavo de olor y cardamomo. Una combinación perfecta para soportar el frío invierno. En los mercados navideños, los puestos de glühwein son lo más concurridos.

Deutsche Post opera una oficina de correos celestial. Se llama Christkind y se encuentra en Engelskirchen desde 1985. Cada año llegan aquí alrededor de 140.000 cartas de más de 50 países de todo el mundo, entre ellos China, Chile y Togo. Si quiere enviar un correo al Niño Jesús debe escribir: Al Niño Jesús, 51777 Iglesias Angelicales. Tal vez se le cumpla su deseo.