1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Afganistán: preocupación por el este

DPA5 de abril de 2012

El general John Allen, comandante de las fuerzas estadounidenses y de la OTAN en Afganistán, cree que el país centroasiático vivirá enfrentamientos importantes en el este durante el próximo verano (boreal).

https://p.dw.com/p/14YgH
Soldado de ISAF mira al este.
Soldado de ISAF mira al este.Imagen: dapd

En medio de la progresiva retirada de tropas norteamericanas, el general John Allen, comandante de las fuerzas estadounidenses y de la OTAN en Afganistán, cree que el país centroasiático vivirá enfrentamientos importantes en el este durante el próximo verano (boreal).

"Cuando pienso en reducir el número de efectivos de fuerzas estadounidenses (...) emplearía un número significativo en el este, anticipando que tendremos allí enfrentamientos este año", apuntó Allen en una entrevista con medios alemanes.

2013: año crítico

Aún así, Allen considera que 2013 será el año más crítico para la alianza militar desde el inicio de la guerra de Afganistán, hace más de una década. Será entonces cuando las fuerzas afganas se hagan cargo de la seguridad de su pueblo.

Según el general, que está al frente de 130.000 soldados de la OTAN, a finales del verano (boreal) de 2013 toda la población de Afganistán "estará protegida principalmente por fuerzas de seguridad afganas". Pero el entrenamiento de fuerzas locales no concluirá hasta finales de 2014, momento en que las tropas extranjeras pondrán fin a todas sus operaciones de combate.

El año pasado, Estados Unidos retiró del país a 10.000 soldados, dejando aún a otros 90.000 efectivos, de los que 23.000 volverán a casa el próximo septiembre.

¿Y después de 2014?

Además, Washington está negociando en la actualidad un acuerdo de asociación estratégica con el gobierno afgano que determinará, entre otras cosas, el tipo de presencia militar estadounidense a partir de 2014, si es que llega a haberla.

General John Allen (archivo).
General John Allen (archivo).Imagen: picture-alliance/dpa

Uno de los puntos más controvertidos son las redadas nocturnas que llevan a cabo las patrullas estadounidenses en los hogares afganos. El presidente del país, Hamid Karzai, reclamó el fin de estas actuaciones pero los oficiales de la OTAN aseguran que estas operaciones son de las más efectivas para debilitar la insurgencia talibán.

Allen aclara que ahora ese tipo de operaciones se llevan a cabo de forma conjunta con comandos afganos. "Lo más importante para los afganos y para el presidente Karzai siempre fue que si es necesario entrar en un complejo o en una casa, lo haga un afgano", explicó el comandante. "Así ocurre ahora en todas nuestras operaciones".

En la actualidad, las tropas internacionales llevan a cabo casi el 90 por ciento de sus operaciones militares en cooperación con fuerzas afganas, agregó Allen. Además, el 40 por ciento de las operaciones convencionales están dirigidas por locales. "Queremos que las fuerzas de seguridad afganas (ANSF) estén al frente. Creemos que es lo correcto. Son el símbolo máximo de la soberanía de Afganistán".

Síntomas de radicalización, fuera del movimiento talibán

Según fuentes oficiales, en los próximos meses el número de policías y militares afganos aumentará hasta 352.000. Pero aún quedan por delante retos como el mantenimiento de tropas experimentadas y fiables en medio de un ambiente de desgaste, analfabetismo, drogas y corrupción.

Otra de las preocupaciones de los últimos meses es la oleada de ataques de soldados y policías afganos contra las fuerzas internacionales. Según relató Allen el mes pasado ante el Congreso estadounidense, desde 2007 murieron 52 efectivos norteamericanos en ataques de ese tipo y otros 68 resultaron heridos. Tan sólo en lo que va de año, 17 personas perdieron la vida en una decena de ataques de ese tipo.

"Nuestros análisis revelan es que menos del 50 por ciento de esos ataques son talibanes", apunta Allen. La otra mitad es fruto de una "radicalización" u otros motivos. Pero las fuerzas afganas ya están llevando a cabo un "agresivo esfuerzo de contrainteligencia" para localizar e informar sobre infiltración insurgente o radicalización en las filas, asegura el comandante estadounidense (dpa).