Ajedrez, el juego de reyes y artistas
El mundo ha observado con fascinación la contienda de Magnus Carlsen y Sergei Kariakin en el mundial de ajedrez. Es el juego favorito de artistas como Sting y otros que aprecian las cualidades estratégicas del ajedrez.
Marlene en el tren
Muchos intelectuales y artistas han sucumbido al encanto del ajedrez. El actor John Wayne (der.) lo adoraba. Y la diva alemana Marlene Dietrich llevaba siempre consigo un tablero en miniatura para jugar durante sus viajes. El “juego de los reyes” fue muy apreciado por las estrellas de Hollywood entre 1930 y 1950. En la imagen, Dietrich y Wayne juegan durante la filmación de la cinta “Pittsburgh”.
¿Qué sería de "Casablanca" sin el ajedrez?
Una de las escenas fílmicas más célebres es la de ‘”Casablanca”, en la cual Rick Blaine (izq.), interpretado por Humphrey Bogart, cavila frente a un tablero de ajedrez. Bogart también era un ajedrecista empedernido en su vida privada. Lo aconsejaba el campeón estadounidense de ajedrez Herman Steiner.
Poeta frente al tablero
El poeta y dramaturgo Bertolt Brecht jugaba regularmente al ajedrez (la foto data de 1942). Cuando huyó del nacionalsocialismo durante la Segunda Guerra Mundial, recibió durante su exilio en Dinamarca la visita de su amigo, el filósifo y crítico alemán Walter Benjamin, en los veranos de 1934, 1936 y 1938. Durante esos encuentros, Brecht y Benjamin jugaban ajedrez a diario.
Pensar antes de mover las piezas
El ajedrez aparece no solo en las películas sino también en los cuentos, como en esta historieta de Lucky Luke. El héroe vaquero creado por René Goscinny, que también dio vida a Asterix, era famoso por ser más rápido que su sombra al disparar. Esto no necesariamente es un punto a favor, en vista de la calma que requiere una partida de ajedrez.
Ajedrez por una buena causa
Sting (der.), músico fundador de la banda Police, jugó en Nueva York contra el campeón mundial Gari Kaspárov, en junio de 2000. La partida fue transmitida en una de las grandes pantallas de Times Square. El objetivo del encuentro fue captar recursos de patrocinadores para una fundación que lucha con el fin de salvar las selvas tropicales. La ONG era apoyada por Sting.