Al mundo árabe le preocupa lo mismo que a Europa
19 de enero de 2006El nuevo ministro alemán del Exterior, el socialdemócrata Frank Walter Steinmeier viajó a El Cairo en lo que es su primer viaje al Medio Oriente desde que asumió el cargo. Steinmeier se reunió durante más de una hora con el presidente Egipcio, Hosni Mubarak y también conversó con el secretario general de la Liga Árabe, Amr Mussa. Durante la Feria del Libro del Cairo, el jefe diplomático habló con DW-WORLD sobre sus impresiones, sobre el peligro que representa Irán en la región y las relaciones de Alemania con Israel y el mundo árabe.
¿Tiene Alemania un nuevo acento en su política hacia el Medio Oriente?
"Antes que nada, no he venido aquí para dar consejos sino en mi función como ministro del Exterior de la República Federal de Alemania, me queda muy claro que hay que venir aquí en primer lugar para aprender. En eso las distintas estaciones en este viaje ofrecen una buena oportunidad. El primer punto de llegada es Egipto en dónde he podido constatar que este país no sólo tiene un interés sostenido en la estabilización del Medio Oriente, sino que contribuye a ello, con responsabilidad y compromiso, en la Franja de Gaza, en la preparación de las elecciones, sobre todo en los territorios palestinos. He expresado mi agradecimiento al gobierno egipcio y a su presidente por su contribución para lograr que se lleven a cabo las elecciones. Dependiendo de los resultados tanto en Israel como en los territorios palestinos, ojalá se produzca un nuevo impulso que dé esperanzas porque el proceso de paz encuentre nuevamente su cauce".
Durante sus conversaciones con el presidente egipcio y el secretario general de la Liga Árabe, un segundo tema ha sido el conflicto nuclear con Irán. ¿Ha encontrado usted en Egipto a un aliado en los esfuerzos de la Unión Europea por superar el conflicto?
Si, me dio gusto comprobar que el mundo árabe tiene las mismas preocupaciones que nosotros en Europa. A todos nos parece que el riesgo que suponen armas nucleares en el Medio Oriente es insostenible, por eso debemos hacer todos los esfuerzos para evitar un armamentismo nuclear. Tuve la oportunidad de formular el proceso de negociaciones de los tres países europeos, Gran Bretaña, Francia y Alemania durante los últimos dos años. También puse de manifiesto que desafortunadamente Irán abandonó la base de toda negociación y por ello tuvimos que recurrir al Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA). Tanto el mandato para futuras negociaciones como el proceso a seguir lo definirá dicho organismo.
Sabemos que ha llegado el momento de recurrir al Consejo de Seguridad de la ONU. Ya veremos si la mayoría del Consejo de Gobernadores de la OIEA respalda esto. Los funcionarios de nuestro ministerio realizan viajes estos días a los países miembros de dicho Consejo con la misión de hacer una labor de convencimiento.
¿Qué postura tiene Egipto sobre si llevar el caso ante Naciones Unidas?
No voy a negar que en Egipto hay escepticismo. Por ello he formulado aquí nuestra postura y que estamos interesados en una solución diplomática. El camino hacia el Consejo de Seguridad no significa que estemos provocando una escalada en el conflicto, un punto sin retorno. De ninguna manera. Creemos que el mandato de negociaciones ha llegado a su fin para Europa y que los siguientes esfuerzos diplomáticos deben realizarse en otro marco. Creo que no hay alternativas.
Alemania mantiene desde hace mucho intensas relaciones con el mundo árabe, muy buenas relaciones. ¿Qué efectos ha tenido?
Por lo menos en el pasado no me he percatado que Israel perciba con escepticismo nuestras relaciones con el mundo árabe. Creo que Israel considera que es lo correcto que tengamos buenas relaciones con ambas partes. Nuestra postura al lado de Israel sigue inalterable, tanto para el anterior gobierno como para éste.
Por último y a propósito de este evento en El Cairo, ¿que papel juega la cultura y la política exterior alemana en el diálogo intercultural?
Durante mis conversaciones con la Liga Árabe hoy pude constatar que el acercamiento de nuestras culturas puede promoverse a través del trabajo cultural. Este elemento estuvo originalmente anclado en el llamado proceso de Barcelona entre la Unión Europea y los países del sur del Mediterráneo. Probablemente este punto ha quedado rezagado en comparación con las abundantes cuestiones económicas que nos han ocupado durante los últimos diez años. Por eso nos hemos propuesto atender nuevamente el aspecto cultural.
He constatado en la Feria del Libro que los egipcios tienen hambre de libros, creo hambre de educarse. Por ello ayudamos con gusto a construir el puente que en su momento fue la presencia del mundo árabe en la Feria del Libro de Fráncfort en 2004. Ahora se ha vuelto visible el puente de Francfort a El Cairo