“El PT tiene un papel histórico que cumplir”

DW: A menos de un año de las elecciones, ¿cuál es el sello de su gobierno?

Fernando Haddad: La ciudad es más libre, más abierta. Muchas de las medidas fueron tomadas para permitir la recuperación del espacio público, con un enfoque socio-ambiental de ciudad. Sao Paulo era muy desorganizada, pero los cambios se consolidarán. No es fácil cambiar una cultura de 50 años.

La reducción de la velocidad en las vías de la ciudad ha llevado a algunos a acudir a los tribunales. ¿Solo una cuestión de adaptación?

Cuando se introdujeron los cinturones de seguridad, también se rebelaron algunos. Hoy todos lo llevan puesto. 50 km/h es una velocidad alta para una ciudad. Estudios dicen que la reducción de los accidentes también contribuye a la movilidad, aparte de velar por la integridad física de los habitantes.

¿Cómo se explica la batalla judicial contra el cierre de la Avenida Paulista?

Esta medida también es parte del Plan de Movilidad Nacional, pero lamentablemente estamos viviendo una continua lucha en los estrados para poder construir ciclorutas, disminuir la velocidad en las vías urbanas y abrir más calles a los peatones.

El aumento en la tarifa del transporte urbano fue el detonante de las manifestaciones de junio de 2013. ¿Se puede esperar una rebaja?

No creo. Las subvenciones pagadas por el Estado y la ciudad son ya muy altas; apoyamos a los mayores de 60 años y a unos 500.000 estudiantes. Un máximo histórico de subvenciones. Los subsidios podrían disminuir, dependiendo de la rentabilidad de las empresas que prestan el servicio.

¿Hay cifras de las personas que han dejado de consumir drogas, gracias a su programa social?

Algunos han logrado darle un cambio positivo a sus vidas, sotros no. El objetivo es ayudarles a reorganizar sus vidas con dignidad. Nosotros buscamos premiar la abstinencia de las drogas. El objetivo del proyecto es que los afectados ejerzan sus derechos ciudadanos y vivan en condiciones de salud adecuadas. Muchos han podido regresar a sus familias.

La semana pasada se dijo que usted quería dejar el PT, un partido muy desgastado en São Paulo. ¿Cree que puede hacerle daño a su reelección?

Es innegable que el Partido de los Trabajadores ha sufrido un desgaste. Para Brasil es muy importante rescatar el PT. Es un partido que nació de un movimiento popular y tiene una historia de luchas importantes. No se puede negar el significado histórico del PT, solo porque tiene los problemas actuales. Renunciar a este instrumento de transformación social sería un error político.

Se requiere rescatar al PT para combatir la desigualdad económica y social en Brasil. Es lamentable lo que ha sucedido, pero el PT tiene aún un papel histórico que cumplir. Y yo no voy a renunciar a esa lucha.