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Alemania: conservadores endurecen el tono ante elecciones

3 de enero de 2025

La Unión Cristianosocial (CSU), ala bávara de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), sólo quiere tolerar a los migrantes que ganen su propio dinero. Expertos consideran esto populista e ilegal.

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Una familia migrante.
Imagen: Patrick Pleul/dpa/picture-alliance

El partido Unión Cristianosocial (CSU) sólo existe como tal en Baviera. En su programa, persigue básicamente los mismos objetivos que la Unión Demócrata Cristiana (CDU), que actúa políticamente en los otros 15 de los 16 estados federados de Alemania. Por eso, a la CSU también se le llama la hermana pequeña de la gran CDU y ambos se ven así. Debido a su visión muy similar del mundo, han formado durante décadas un grupo parlamentario común en el Parlamento alemán.

Su gran objetivo en las elecciones generales anticipadas del próximo 23 de febrero es sustituir al Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y a su canciller Olaf Scholz al frente del gobierno. Las posibilidades de que esto suceda son buenas: en las encuestas alemanas de diciembre, los partidos CDU/CSU recibieron el doble de apoyo que el SPD, con un 32 por ciento. Todos los demás partidos también están muy por detrás.

Tema de la campaña electoral: el ataque al mercado navideño de Magdeburgo

Un tema importante en la campaña electoral es el largo y controvertido debate sobre la migración. Después del fatal atentado en un mercado navideño en Magdeburgo (Sajonia-Anhalt) poco antes de Nochebuena, el estado de ánimo y el tono empeoraron aún más. El sospechoso proviene de Arabia Saudita y habría anunciado varias veces un ataque en las redes sociales. En este contexto, todos los partidos, a excepción de La Izquierda, piden una política migratoria más estricta.

Según los medios bávaros, la CSU tiene ideas de gran alcance. "Quien quiera vivir con nosotros permanentemente también debe ofrecer prestaciones a largo plazo y no puede reclamar beneficios permanentes”, expresaron en un documento sobre la migración.

Con esta exigencia, la CSU va más allá de lo que decidió junto con la CDU en el programa para las elecciones federales: "En general, las prestaciones en productos deberían tener prioridad, siempre que sea posible, sobre las prestaciones en efectivo. La tarjeta de pago para migrantes debería introducirse de forma integral y restrictiva en todos los estados federados", propone.

El jurista Volker Boehme-Neßler, de la Universidad de Oldenburgo, considera que la iniciativa de la CSU no tiene sentido: "Quien vive aquí legalmente como refugiado no puede verse privado de su derecho al pago para sobrevivir", declaró al medio Welt, refiriéndose a las leyes alemanas y europeas. Cambiar eso es complicado, porque hay que tener en cuenta una cuestión crucial: "Si alguien está siendo perseguido o necesita protección”, recuerda Boehme-Neßler.

Las deportaciones serían teóricamente más fáciles

El experto ve más posibilidades de éxito con otra exigencia del documento de la CSU: "Quien comete un delito o comete intencionalmente múltiples delitos debe abandonar el país". En opinión de Boehme-Neßler, esto ya sería legalmente posible. Las leyes aplicables no son en absoluto demasiado indulgentes: "Se podrían deportar a más personas, pero las deportaciones no se llegan a hacer", afirma.

Si la CSU se saliera con la suya, la presión sobre los migrantes podría aumentar aún más: cualquiera que no pueda salir del país o no pueda ser deportado debería poder permanecer detenido indefinidamente en espera de su deportación. El jurista considera que estas ideas son populistas: "Se trata de una campaña electoral", subraya Boehme-Neßler. La cuestión del abuso migratorio y la migración ilegal ocupa un lugar bastante importante en las agendas de la gente. "Pero desde una perspectiva legal y humanitaria es un problema", insiste el analista.

La CSU quiere quitarle un tema a la AfD

El politólogo Volker Kronenberg, de la Universidad de Bonn, también considera que el documento sobre migración de la CSU es una maniobra de campaña electoral. Intenta quitarle un tema importante a la populista y en parte extremista Alternativa para Alemania (AfD): la migración, los refugiados y la seguridad interna.

Sin embargo, Kronenberg no ve grandes diferencias entre la CSU y la CDU. El programa básico presentado por su candidato conjunto a la cancillería, Friedrich Merz, ya se apartaba de la política migratoria de la canciller cristianodemócrata Angela Merkel, que gobernó hasta 2021. En 2015, Merkel permitió la entrada de casi un millón de refugiados, en su mayoría procedentes de Siria e Irak.

Pero hay otra razón por la que es probable que los planes queden en segundo plano después de las elecciones generales: un gobierno liderado por los partidos CDU y CSU tendría que contar con al menos un socio de coalición. Los candidatos más probables serían el SPD y los Verdes.

Aunque ambos partidos también están a favor de una postura más dura hacia los inmigrantes, las ideas de la CSU van demasiado lejos para ellos: "La CSU se pasa una vez más de la raya y complace a la AfD”, declaró al periódico Rheinische Post el político del SPD Dirk Wieseal.       

(ct/er)