Alemania debate sobre bloqueo de pornografía infantil en Internet

¿Bloquear, o no bloquear?: ésa es la cuestión que sobre la mesa se encuentra el Gobierno alemán en la actual reunión de su gabinete y el Parlamento germano en su agenda para este miércoles 25 de marzo de 2009. Hasta allí la ha llevado el Ministerio de Familia, Ancianos, Mujeres y Juventud. Ahora, y ministros y diputados deberán darle respuesta, a ser posible, aplicando la menor dosis de dramatismo shakespeariano de la que sean capaces.

El tema es extremadamente sensible. Se trata de abusos sexuales a menores y se trata de la distribución de pornografía infantil a través de Internet, que la ministra de Familia, Ursula von der Leyen, propone dificultar impidiendo el acceso a los portales virtuales que ofrezcan imágenes obscenas de niños y niñas.

“Si queremos prestar atención a los abusos a menores, no podemos comportarnos como si Internet fuera un océano sin ley”, declaró von der Leyen al diario Frankfurter Allgemeine Zeitung. De ahí que su Cartera se haya decidido a poner coto a los mares elaborado el boceto legal que ahora se discute en Berlín.

La batalla dialéctica se prevé intensa. Von der Leyen tiene de su parte al ministro del Interior, Wolfgang Schäuble, y, solventando algunos matices, quizás también a la ministra de Justicia, Brigitte Zypries; la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) apoya el acces-blocking, como se llama el procedimiento en la jerga policial; pero no todas las organizaciones de protección del menor ni tampoco quienes defienden los derechos de los internautas aplauden un procedimento que, según consideran, no sirve como solución al problema.

Controvertido listado

“En realidad, esto es una idea de Schäuble. A von der Leyen se la utiliza sólo por su popularidad. Schäuble lleva años intentando bloquear páginas en Internet y, como no lo consiguió con la excusa del terrorismo, lo intenta ahora con la de la pornografía infantil”, dice convencido Michael Kappe, portavoz de la asociación de protección del menor Care Child.

“No”, responde Kappe a la pregunta de si las restricciones tienen sentido. “Todo lo contario: no hacen sino fomentar el intercambio de pornografía infantil. Lo hemos podido comprobar en los países en los que se aplica. Allí, la policía tiene que elaborar listas con las páginas bloqueadas y esas listas se convierten en una publicidad magnífica. Y evitar los bloqueos, sobre todo para quienes están acostumbrados a bajarse este tipo de material ilegal, es muy fácil. ¡Yo mismo desde mi ordenador puedo conseguirlo con un simple clic!”, asegura el portavoz de Care Child a DW-WORLD.

11 países combaten por medio del bloqueo el flujo de pornografía infantil a través de la Red y otros ocho, entre ellos Alemania, debaten sobre su posible puesta en marcha. En caso de que el proyecto del Ministerio de Familia germano salga adelante, también el BKA redactaría uno de esos listados, nos comunica la Oficina por escrito. “Éste sería actualizado con regularidad y entregado a los proveedores de servicios de Internet como base para que procedan a las correspondientes tareas de bloqueo”, añade la nota.

La posesión, adquisición y distribución de pornografía infantil se duplicó en Alemania entre 2006 y 2007, revelan los datos del BKA. Como canal para hacerse con este tipo de material, Internet creció en el mismo periodo un 111%. “El BKA apoya el acces-blocking explícitamente”, se lee en el comunicado. Mientras las deliberaciones prosigan, la Oficina no está autorizada a hacer más comentarios.

“Alemania es uno de los países en los que más pornografía infantil se consume”. ¡Siga leyendo!

“Da vergüenza ser alemán”

“Nosotros nos tomamos la protección del menor muy en serio”, comenta Christian Rauda. Como abogado del gabinete GRAEF, Rauda da consejo jurídico a la Federación Alemana de Usuarios de Internet (DIV): “La opinión de la Federación es que, antes de tomar medidas de este tipo, tienen que darse las condiciones técnicas para ello y también las legales, porque la libertad de expresión, los derechos fundamentales y la ley de telecomunicaciones deben respetarse igualmente y no puede haber una supeditación de unos derechos sobre otros”, asegura en una entrevista a DW-WORLD.

Desde mediados de enero de 2009, un grupo de trabajo en el que participan los ministerios alemanes de Familia, Interior y Economía, la Oficina Federal de Seguridad y Tecnología de la Información, el BKA y los mismos proveedores de Internet buscan en “colegial ambiente” una alternativa. Sin embargo y pese a estar básicamente de acuerdo con censurar en el exclusivo caso de la pornografía infantil, Brigitte Zypries, la ministra de Justicia alemana, sigue teniendo sus dudas.

“Si lo que le preocupa a Zypries es la falta de una base legal para proceder al bloqueo de páginas, ¡qué la cree! Hace algunos años tampoco existían leyes que prohibieran la pornografía infantil. También éstas tuvieron que redactarse por primera vez”, dice Ursula Enders, autora de diversos libros contra el abuso de menores y miembro de la ONG de protección de la infancia Zartbitter, a DW-WORLD.

Enders introduce en el debate un aspecto que considera injustificablemente marginado: más allá de quienes cuelgan pornografía infantil en la red y de quienes la descargan voluntariamente, están los menores que, sin quererlo, se topan con este material. “Se habla demasiado poco de lo que para los niños significa ver estas cosas. No sabemos si el bloqueo de páginas es la solución definitiva, pero si impide que unos cuantos menores tengan que pasar por esa experiencia, por pocos que sean, ya es un logro”, opina Enders.

“El Gobierno alemán no está sino empezando a cumplir con una labor que ha descuidado durante años”, critica Enders, “yo fui miembro de la comisión gubernamental que viajó en 2002 a Yokohama para participar en el Congreso de Naciones Unidas contra el Abuso Sexual a Menores. En aquella época, Alemania era uno de los países que más hacía por combatir los abusos a la infancia. En 2008 volví a estar en el Congreso, esta vez en Río de Janeiro, y no escuché más que críticas hacia Alemania. Alemania es uno de los países en los que más pornografía infantil se consume. Hoy en día, da vergüenza ser alemán”.

¿Paso previo a la censura?

“Cualquier medio que contribuya a reducir la cantidad de pornografía infantil que circula por la Red y la probabilidad de que un niño la vea, es bienvenido”, sentencia Enders. “Por supuesto que cada menor es importante, pero la repercusión de la censura de páginas es mínima y, en nuestra opinión, deberían discutirse y proponerse soluciones reales que sirvan para combatir el problema en toda su dimensión”, contrapone Rauda, el abogado del DIV.

“Todo este debate gira en torno al bloqueo de páginas cuyo dominio está en los países industrializados, en los que ya de por sí la pornografía infantil es un delito: no se trata de una persecución coordinada a nivel internacional”, se queja Kappe, de Care Child.

“Es pura campaña electoral”, continúa, “nosotros hicimos la prueba hace algún tiempo: localizamos 20 portales que ofrecían pornografía infantil y escribimos a los proveedores de Internet para que restringieran su acceso. En 16 casos, las páginas fueron interceptadas y bloqueadas; cuatro veces nos contestaron que el contenido era inofensivo. Esto demuestra que, al menos en los países en los que existe cierta sensibilidad con respecto al tema, la regulación por ley no es necesaria”.

Tanto Kappe como Rauda temen que se esté enviado a la pornografía infantil a abrirle la puerta a la censura de Internet. “Primero será la pornografía infantil, después la propaganda nazi, luego el terrorismo y al final quienes bajan ilegalmente música o películas de Internet”, opina Kappe. “Si se da ese primer paso”, advierte Rauda, “ya no habrá marcha atrás”.

Autora: Luna Bolívar Manaut

Editor: José Ospina-Valencia