Alemania en la semifinal

Antes del comienzo de los penaltis se registró en el estadio de Berlín una escena de gran simbolismo: Jens Lehmann, el titular en el arco alemán, sentado sobre el césped, trata de concentrarse. Oliver Kahn, el legendario guardameta del Bayern Múnich y número dos en la portería alemana, se le acerca, le aprieta una mano y le desea suerte.

Pocos minutos después, el número uno alemán desaparece bajo un montón de compañeros de equipo que vienen a felicitarlo. ¿Qué había pasado?

Entre una escena y otra, Lehmann había atajado dos penaltis, a Roberto Ayala y a Esteban Cambiasso.

Como los cuatro artilleros alemanes habían superado a Leonardo Franco, que había entrado por Abbondanziero, lesionado en un encontronazo con Klose, el partido estaba decidido. Alemania estaba en cuartos de final, luego de que en el tiempo reglamentario y en el alargue, el marcador indicara 1 a 1.

Una novela de suspense

"Fue una novela de suspense. Estoy absolutamente orgulloso de mi equipo", fue el balance del entrenador alemán, Jürgen Klinsmann al final del match.

Su colega argentino, José Pekerman, extrajo conclusiones similares: "Fue un partido muy duro, muy emotivo, digno de cuartos de final. Argentina jugó como un favorito, muy bien, a pesar de que al final lamentablemente perdimos." Y agregó: "En los penaltis siempre gana el que tiene más suerte. Alemania obligó a la suerte, pero nosotros jugamos un gran torneo", concluyó Pekerman, que luego del fin del partido anunció también su dimisión al cargo.

Hasta poco antes del final del tiempo reglamentario, todo parecía indicar una victoria del once argentino. Roberto Ayala había puesto en ventaja a los albicelestes en el minuto 49, con bonito gol de cabeza, luego de tiro de esquina de Riquelme, desde la derecha.

Empate de cabeza

No fue sino diez minutos antes del final reglamentario, que Miroslav Klose logra el empate, también de cabeza, en una bonita jugada, en la que intervinieron Ballack, Borowski y el autor del gol, todos de cabeza. Un empate merecido, por otra parte, porque Alemania había salido en el segundo tiempo a hacer mucha presión. Salvo los dos goles, en los 120 minutos del partido y el alargue, las posibilidades fueron escasas para ambas selecciones.

Los 72.000 espectadores en el estadio de Berlín, entre los que se contaron el Presidente alemán, Horst Köhler, y la jefa de Gobierno, Angela Merkel, vieron un partido en el que predominó la lucha, entre los dos mejores seleccionados hasta ahora en el torneo.

Inmediatamente después del fin del partido se registraron algunas escenas muy feas.

Por lo que pudimos apreciar, todo comenzó con un ataque a un jugador alemán que salía del campo de juego, para transformarse luego en una gresca con numerosos participantes, también muchos que querían separar. Pero todo duró muy poco tiempo y no llegó a enturbiar una fiesta del fútbol con final feliz para Alemania.

Alemania - Argentina 5:3 (1:1) después de penaltis. E.

Goles:

0:1 Ayala (49.)
1:1 Klose (80.)

Penaltis:

1:0 Neuville
1:1 Cruz
2:1 Ballack
Lehmann ataja tiro de Ayala
3:1 Podolski
3:2 Maxi Rodríguez
4:2 Borowski
Lehmann ataja tiro de Cambiasso

Alemania: 1 Jens Lehmann; 3 Arne Friedrich, 21 Christoph Metzelder, 17 Per Mertesacker, 16 Philipp Lahm; 19 Bernd Schneider, 8 Torsten Frings, 13 Michael Ballack, 7 Bastian Schweinsteiger (74. Borowski); 20 Lukas Podolski, 11 Miroslav Klose

Entrenador: Klinsmann

Argentina: 1 Roberto Abbondanzieri (71. Franco); 4 Fabricio Coloccini, 2 Roberto Ayala, 6 Gabriel Heinze, 3 Juan Pablo Sorín; 22 Luis González, 8 Javier Mascherano, 10 Juan Román Riquelme (72. Cambiasso), 18 Maxi Rodríguez; 11 Carlos Tévez, 9 Hernán Crespo (78. Cruz)

Entrenador: Pekerman

Árbitro: Michel (Eslovaquia)
Espectadores: 66.000 (lleno)
Tarjetas amarillas : Podolski, Odonkor, Friedrich / Sorín, Mascherano, Cruz
Tarjeta roja: - / Reservista Cufré (luego del final del partido / agresión)