¿Alemania, en peligro de quedar despoblada?
27 de agosto de 2006Desde hace tiempo se vienen presentando en Alemania datos inquietantes acerca del envejecimiento de la población. El tema saltó nuevamente al primer plano ahora debido a un congreso de demografía, celebrado en Berlín, donde autoridades gubernamentales volvieron a pintar un panorama especialmente preocupante en el Este del país. Dos son las vertientes principales que afectan la estructura demográfica germana: la baja tasa de natalidad y la creciente tendencia de los alemanes a emigrar en busca mejores perspectivas laborales y de vida.
Estadísticas alarmantes
Según el ministro federal de Transporte, Wolfgang Tiefensee, la tasa de natalidad seguirá descendiendo, especialmente entre los años 2020 y 2050, al tiempo que se incrementarán los decesos en el mismo período. Esto implicará que el año 2050 la población se reducirá en unos 450.00 habitantes con respecto al año precedente. El fenómeno predicho por el ministro será más acentuado en los estados germano orientales, donde ya se está anticipando la situación que, a juicio de su Ministerio, afectará a toda la nación.
"Tenemos más ancianos y menos niños, la gente se va y, en consecuencia, se reduce la población", señaló el ministro, subrayando que Alemania debe enfrentar activamente este problema. En eso coincide también el primer ministro de Sajonia, Georg Milbrand, quien indicó en el congreso que la contracción del número de habitantes también hará retroceder perceptiblemente los ingresos fiscales por concepto de impuestos y pagos a los sistemas previsionales. Algunos políticos prevén que la disminución de la recaudación tributaria podría elevarse hasta un 40%, lo cual no podrá ser compensado por la llegada de inmigrantes.
Pánico infundado
¿Qué hacer entonces? Desde la esfera política se demanda, ante todo, medidas en pro de las familias, con la esperanza de alentar a las parejas a tener más niños. Pero los alicientes financieros no parecen ser la solución, como lo demuestra la realidad en un país donde ya hay asignaciones familiares que aumentan según el número de hijos. De acuerdo con el Instituto Germano-Francés de Ludwigsburg (DFI), la experiencia de Francia indica que las facilidades para combinar la maternidad con el desarrollo profesional pueden resultar un incentivo mucho más eficaz.
En el ámbito de las ciencias estadísticas, en tanto, no todos comparten las previsiones catastróficas de los representantes gubernamentales. En primer lugar, porque la proyección de estadísticas a tan largo plazo no es mucho más que una conjetura. Según el especialista en demografía Gerd Bosbach, la baja tasa de natalidad registrada en Alemania no debería ser motivo de pánico. El bajo promedio de 1,4 hijos por mujer se ha mantenido constante desde hace 30 años y "no significa que nos vayamos a convertir en un país sin niños y despoblado", afirma el profesor de estadística. En su opinión, tampoco se deriva de ello necesariamente un colapso en los sistemas de seguridad social. Mucho más problemático para las arcas sociales es, a su juicio, el elevado nivel de desempleo. Y, en definitiva, no es el único experto que estima que, con tanta cifra aterradora, se pretende desviar la atención de la incapacidad para resolver problemas actuales y achacar la responsabilidad a los cambios en la estructura demográfica.