Alemania: formación de gobierno sin vacío de poder
21 de octubre de 2013A más tardar 30 días después de las elecciones generales en Alemania -es decir, el martes próximo (22.10.2013)- comienza a sesionar el nuevo Parlamento, según lo que marca la Constitución de este país. El período del actual Gobierno finalizará cuando ese organismo dé inicio a la “sesión constituyente”. Pero, hasta ese momento, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Angela Merkel, que ganó los comicios, debe encontrar un socio para gobernar. Los sondeos de coalición con Los Verdes fracasaron, y las negociaciones con el Partido Socialdemócrata (SPD) aún están en marcha.
Pero eso no significa que en Alemania se haya producido un vacío de poder. “En principio, no cambia nada”, explica Timo Grunden, politólogo y docente de la Universidad de Gießen, ya que la Constitución determina reglas muy claras para un caso como éste: el Gobierno anterior continúa en funciones.
Angela Merkel debe seguir en el poder
La canciller alemana y los ministros incluso están obligados a continuar desempeñando sus cargos. En el entretiempo, el presidente alemán, Joachim Gauck, cumple un papel muy importante, ya que debe hacer de mediador entre los partidos hasta que se forme un nuevo Gobierno. Si eso no se logra, el presidente puede formar un Gobierno minoritario o llamar a nuevas elecciones.
En principio, sin embargo, todo sigue su curso sin cambios, porque el Gobierno en funciones tiene los mismos derechos y obligaciones que todos los Gobiernos, es decir, que representa a la República Federal de Alemania en el extranjero y que tiene el poder de tomar nuevas decisiones. Pero eso, según Timo Grunder, no es democrático porque “no tiene un mandato verdaderamente democrático a través del nuevo Parlamento. Por eso, no carece de legalidad, sino de legitimación democrática”.
Las decisiones clave se aplazan
Claro que de un Gobierno de transición no se espera que tome decisiones importantes. “En caso de duda, no se tomará una iniciativa que cause controversia porque no se sabe si se cuenta con la mayoría en el Parlamento.”
Es por eso que muchos consideran negativo el hecho que Angela Merkel tenga que acelerar la toma de decisiones a nivel de la Unión Europea en sus últimos días como jefa de Gobierno. La canciller alemana logró aplazar la puesta en práctica de normas más estrictas para las emisiones de automóviles en la UE. Timo Grunden no cree, sin embargo, que eso sea un problema. Es la obligación y también el derecho de una canciller seguir representando los intereses alemanes: “Estoy seguro de que cualquier Gobierno alemán, también uno socialdemócrata, habría hecho lo mismo”.
En esta fase de transición entre las elecciones y la formación de una nueva coalición siempre hubo un corto período en el que el Gobierno alemán siguió en funciones. En tanto no haya que tomar decisiones importantes, no habrá dificultades. Poco después de los comicios alemanes de 1998, la crisis en Kosovo se agudizó, y EE. UU. planeaba una intervención militar. En Alemania, el Gobierno saliente de Helmut Kohl (CDU) daba paso al nuevo de Gerhard Schröder (SPD), que todavía no había asumido el cargo. “Entonces, el gabinete de Kohl se reunió para conversar con el nuevo Gobierno de Schröder y decidir qué medidas había que tomar”, recuerda el experto.
Un Gobierno en funciones podría ejercer, teóricamente, durante un largo tiempo. “En Bélgica, por ejemplo, esa situación se prolongó durante un año”, dice Grunden, porque los dos grandes grupos étnicos belgas, los flamencos y los valones, no se ponían de acuerdo acerca de un nuevo Gobierno. Pero eso, probablemente, no suceda en Alemania. “En caso de duda, se llamará nuevamente a elecciones”.
Autora: Jeanette Seiffert/ CP
Editor: Enrique López