Alemania: la “Gran Coalición” pierde respaldo
31 de enero de 2016
Según una encuesta publicada este 31 de enero por el periódico dominical Bild am Sonntag, la alianza conservadora que llevó a Angela Merkel a la jefatura del Gobierno alemán ha visto descender considerablemente sus índices de popularidad en la última semana: 34 por ciento de los 1.638 consultados entre el 21 y el 27 de enero. La tradicional dupla conformada por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) no mostraba un respaldo tan débil desde julio de 2012.
Con 24 por ciento de apoyo en el sondeo aludido, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) también ha perdido terreno entre los electores. Los analistas atribuyen esta tendencia al polarizado debate social que tiene lugar en torno a la política de asilo de Merkel y a la infructuosa discusión entre los miembros de la coalición de Gobierno sobre cómo enfrentar el desafío de los refugiados, que han llegado –más de un millón en los últimos meses– al país. La formación que más provecho le ha sacado a esta crisis es Alternativa para Alemania (AfD).
El controvertido partido de derecha presidido por Frauke Petry obtuvo un 12 por ciento de respaldo en la encuesta citada. Los resultados de la misma no fueron influenciados por la polémica en torno a las declaraciones hechas por Petry este sábado (30.1.2016). En entrevista con un diario de Mannheim –la tercera ciudada del Estado federado de Baden-Württemberg–, la cara más prominente de la AfD justificó el uso de armas de fuego contra los refugiados que entraran ilegalmente al territorio alemán.
“Necesitamos controles fronterizos completos para que no crucen a través de Austria tantos refugiados no registrados”, argumentó Petry, agregando que para ello era preciso “disponer de suficientes policías fronterizos” que “no duden” a la hora de repeler a estas personas. Ante la persistencia del entrevistador sobre cómo debería actuar un policía cuando un refugiado se sube a una valla y entra a Alemania, Petry respondió que éste “debe impedir su ingreso ilegal, en caso de necesidad, haciendo uso de su arma de fuego”.
En los próximos sondeos de opinión se verá en qué medida sus palabras ahuyentan o atraen a miembros del electorado alemán. Mientras tanto, los socios socialdemócratas de Merkel en la “Gran Coalición” intentan frenar el auge de AfD como pueden y los socialcristianos, de deslindar su agenda del programa de la CDU. El vicecanciller de Alemania y presidente del SPD, Sigmar Gabriel, instó a la Oficina Federal para la Protección de la Constitución –que controla las actividades de extremismo político en el país– a poner a AfD bajo su lupa.
Por su parte, el líder de la CSU, Horst Seehofer, causó nuevas tensiones en las filas del Gobierno este domingo (31.1.2016) al anunciar que se reunirá en Moscú con el presidente ruso, Vladímir Putin, en un momento de fuertes fricciones bilaterales. “La política exterior se lleva desde Berlín, no desde Múnich”, criticó el portavoz del grupo parlamentario socialdemócrata, Niels Annen, correligionario del ministro de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier. El responsable de Exteriores de la CDU, Roderich Kiesewetter, fue más lejos.
Kiesewetter dijo confiar en que Seehofer desistiría de su viaje, previsto para el próximo jueves (4.2.2016); pero agregó que, de insistir en volar a Moscú, Seehofer debería “pedirle a los rusos” que “dejen de financiar subrepticiamente a las redes ultraderechistas” en Alemania. Kiesewetter aludió así a una “cooperación” entre Rusia y formaciones ultraderechistas activas en territorio germano.
ERC ( EFE / AFP / dpa )