Alemania: menos crímenes
2 de agosto de 2016El ataque de Múnich, los atentados terroristas de Ansbach y Wurzburgo, la agresión con cuchillo en Reutlingen: una sensación de inseguridad ha hecho presa de muchos alemanes. Aún más después de la noche de Año Nuevo en Colonia, con los masivos manoseos sexuales. Desde entonces, el país se pregunta si la entrada de más de un millón de refugiados no supone más violencia y crímenes.
El criminólogo Christian Pfeiffer, durante muchos años director del Instituto de Investigaciones Criminológicas de Baja Sajonia, dice claramente que no. Al contrario, “la seguridad en Alemania aumentó continuamente en los últimos años”. Pfeiffer remite a las estadísticas: desde el año 2000, los asesinatos se han reducido en un 40 por ciento. También la violencia con connotaciones sexuales se halla al nivel más bajo desde hace tiempo.
Por su parte, el criminólogo Christian Walburg, de Münster, dice que en la información mediática sobre crímenes, los titulares son dominados por serios hechos violentes cometidos por hombres jóvenes. Estos, sin embargo, estadísticamente “solo representan una pequeña parte del total de delitos”. Por eso, la población tiene una impresión sesgada de la realidad”, escribió Walburg en su informe “La migración y la delincuencia juvenil”, de 2014.
Socialización machista
Con sus datos y cifras, Pfeiffer no quiere quitar importancia a los hechos. En relación con los inmigrantes, reconoce que hombres jóvenes provenientes de Siria e Irak fueron socializados en un entorno de dominación masculina y que eso los marca. Pero, agrega, “lo mismo pasaba antes con los inmigrantes turcos y yugoslavos”. Un particular riesgo ve Pfeiffer en los jóvenes del área cultural árabe que no tienen derecho a asilo en Alemania, por ejemplo los provenientes del norte de África.
Ulf Külch, director de la Policía de Investigaciones Criminales de Braunschweig, comparte ese punto de vista: “Hay dos grupo principales de personas que cometen delitos: las que provienen de Europa Oriental y las del Magreb. Pero ninguno de esos dos grupos integran el círculo de personas que llegaron a Alemania el año pasado como refugiados”.
Juicio y condena rápidos
Para Külch es importante que, en caso de delitos, los juicios y la condena tengan lugar rápidamente. “No puede ser que los juicios lleven años”, subraya. Por eso, en Braunschweig, Külch aplica en cooperación con la fiscalía y los juzgados el instrumento del “arresto en vista de causa”.
“Cuando se comete un delito, la fiscalía solicita, si es posible y necesario, arresto en vista de causa”, aplica Külch. “Entonces, el juez ordena arrestar a la persona durante dos o tres días. Inmediatamente después viene el fallo”.
Gracias a ese procedimiento rápido, los delincuentes son condenados en un plazo de una semana. Para un solicitante de asilo, eso puede ser muy desagradable: una condena, incluso con libertad condicional, basta para que su solicitud de asilo sea rechazada.