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Alemania-París: pacto sobre Nord Stream 2

Barbara Wesel
8 de febrero de 2019

De momento, un acuerdo entre París y Berlín salvará a Nord Stream 2. Alemania seguirá teniendo la responsabilidad del proyecto, pero tendrá que asumir cambios y permitir controles de la Unión Europea.

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Ostseepipeline Nord Stream 2
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Wüstneck

En contra de la propuesta de la Comisión Europea, Alemania seguirá pilotando el proyecto del gasoducto por el que se transportará gas ruso directamente desde Vyborg, cerca de la frontera con Finlandia, hasta el puerto de Greifswald, en el Mar Báltico. La lucha por el poder en Bruselas, donde la Comisión buscaba tomar el control de los principales proyectos energéticos en Europa, se decidió a favor de los Estados miembros. Sin embargo, la Comisión obtiene ciertos derechos de control.

Además, habrá otros cambios: se separará el suministro de gas y la operación de la red de tuberías. En el futuro, se establecerá una normativa más estricta, según la cual el proveedor de gas no puede, al mismo tiempo, operar el gasoducto. Hasta ahora, el grupo ruso Gazprom tenía el 51 por ciento de las acciones del gasoducto y el resto, un consorcio con participación franco-alemana.

París ayudó a Berlín con Nord Stream 2

"El conflicto terminó con mucho menos dramatismo de lo que se pensaba", dice Simone Tagliapietra, del Instituto de Economía Bruegel, en Bruselas. El experto alaba cómo Alemania llevó a cabo las negociaciones. Para Rusia, sin embargo, lo más importante es que se construya el gasoducto, opina. El objetivo es poder vender gas a Alemania, un cliente importante, sin depender de terceros países.

Sin embargo, es crucial que Alemania continúe liderando las negociaciones, porque significa "una victoria para Alemania y, al mismo tiempo, para los Estados miembros contra el reclamo de poder de la Comisión Europea". El fin de Nord Stream 2 habría golpeado duramente a Moscú, pero con este acuerdo sobre la mesa, se darán por satisfechos.

Simone Tagliapietra.
Simone Tagliapietra cree que el pacto es una "victoria" para Alemania.Imagen: privat

¿Problemas entre París y Berlín?

¿Es este cambio de rumbo en Nord Stream 2 una señal de crisis entre París y Berlín? En realidad, sí hay desavenencias, dice Gustav Gressel, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. Especialmente con respecto a las exportaciones de armas, el presupuesto para proyectos comunes de defensa y las reformas en política social y europea. El gobierno en París está molesto por la lentitud alemana, según Gressel.

Pero el experto no cree que haya problemas entre ambos países por Nord Stream 2. En ningún caso se debe entender el cambio de la postura francesa como una disputa personal entre el presidente Emmanuel Macron y la canciller.

Para Merkel, explica Gustav Gressel, Nord Stream 2 nunca fue un proyecto prioritario. Este fue, ante todo, una prioridad del SPD y, por eso, para la canciller se trata de un asunto con el que puede poner paz dentro de la coalición gubernamental.

En  lo que respecta a las teorías conspirativas sobre la conexión entre Nord Stream 2 y la cancelación a corto plazo de la visita de Macron a la Conferencia de Seguridad de Múnich, Gustav Gressel tiene una explicación completamente diferente: "En el fondo, en política de seguridad y defensa, los franceses no tienen ahora nada bueno que decir sobre Alemania". Macron habría tenido que poner buena cara en Múnich al lado de Merkel, lo que no habría sido visto con buenos ojos en Francia. El presidente tendría que criticar abiertamente la actitud alemana y, por lo tanto, arriesgarse a originar grandes titulares sobre desavenencias franco-alemanas. Por eso, la solución más simple es no acudir a Múnich.

La catedrática Claudia Kemfert.
Claudia Kemfert no ve con buenos ojos Nord Stream 2.Imagen: DW/Vladimir Esipov

Continúan las críticas a Nord Stream 2

El eurodiputado Reinhard Bütikofer, de Los Verdes, considera que Nord Stream 2 es para Angela Merkel una derrota, porque lo que realmente quería impedir es la nueva revisión de la Directiva de la UE sobre el Gas. Sin embargo, dichas negociaciones comenzarán la próxima semana en el Parlamento Europeo.

La experta en energía Claudia Kemfert, del Instituto Alemán de Investigación Económica, también crítica el proyecto del gasoducto: "El acuerdo no cambia fundamentalmente nada. La dependencia del gas ruso permanece". Gazprom continuará promoviendo y transportando gas y también estará en posesión de instalaciones estratégicas de almacenamiento de gas en Europa. Con este acuerdo lo que se espera evitar es que el grupo ruso se aproveche de su poder de mercado, y lograr que haya mayor control.

(rmr/er)

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