Alemania quiere invertir en México
1 de abril de 2011Cuando se trata de invertir en países extranjeros, los alemanes, al igual que el resto de los países europeos, tienden a girar el cuello hacia Asia, ese territorio enorme y prácticamente inexplorado hasta ahora desde el punto de vista de los negocios. China e India parecen los destinos de moda de las inversiones europeas desde que la crisis le dio un respiro a algunas partes del continente. Pero no son los únicos, y en muchos casos tampoco los mejores.
La DEG propone echar la vista por un momento hacia el otro lado del mapa, y asentar los ojos sobre México. Un país con un enorme e infravalorado potencial que aguarda la participación alemana en sus proyectos con los brazos abiertos. El pasado 31 de marzo de 2011, la sociedad alemana reunió en su sede en Colonia a representantes tanto de empresas alemanas como mexicanas para presentarles una idea: un panorama diferente a las falsas ideas preconcebidas de un país por el cual la crisis ya pasó, dejando infinito espacio para nuevas posibilidades.
¿Por qué México?
“Alemania y México mantienen una larga y estrecha relación en el campo cultural, científico y deportivo. Además, existen más de 1.000 compañías alemanas que han llevado a cabo exitosos negocios en México, un hecho no demasiado conocido. A pesar de la imagen que los medios dan del país, una visión de violencia y de lucha contra el narcotráfico, es necesario dar otro punto de vista, informar sobre su potencial y sus grandes posibilidades". Así introdujo el tema de discusión ayer por la tarde el miembro de la dirección de DEG Michael Bornmann.
México logró en 2009 un producto interior bruto de 875 mil millones de dólares, lo que lo catapultó al 14º puesto en la lista mundial, y al 2º entre los países latinoamericanos. Las inversiones en el país aumentan exponencialmente cada año, y es el primer país latinoamericano en cantidad de exportaciones, quinto a nivel mundial.
“Podemos decir que México no sólo ha alcanzado los niveles previos a la crisis, sino que los ha superado”, concluyó Alexander Schimdbauer, referente nacional de la Sociedad Latinoamericana para México y Centroamérica.
Formación... e información
No obstante, en la conferencia de ayer de la DEG se llegó a una conclusión algo descorazonadora: ni los mexicanos conocen lo suficiente a los alemanes, ni los alemanes a los mexicanos. Y las soluciones a ambos problemas son claras: formación e información, respectivamente.
“En los años 60 y 70 tuvimos muchos estudiantes mexicanos y sudamericanos que vinieron a Alemania que, hasta el día de hoy, se complacen en comprar productos alemanes. Se debería procurar que viniera más gente joven de México a Alemania para promover este intercambio, invitar a más practicantes a nuestro país”, argumentó el Doctor Reinhold Festge, presidente de la Iniciativa de la Economía Alemana y director de la empresa de maquinaria Haver & Boecker OHG.
Los programas de formación son un punto clave en el proyecto de la DEG: el potencial de la juventud mexicana es uno de los puntos fuertes en la oferta del país para los inversores alemanes. “Queremos que nuestras compañías aprendan de Alemania; no sólo el idioma, sino también el know-how de sus negocios”, agregó el embajador mexicano en Alemania Francisco Nicolás González Díaz.
Estancados en el tiempo
Pero no sólo los mexicanos deben formarse: también los alemanes deberían aprender unas cuantas cosas sobre sus socios latinoamericanos. Su imagen de México suele estar, según el embajador, algo ‘distorsionada’: “La idea que se tiene de México como país exótico se formó en los años 70. Apenas había otro país tan representado en las películas de Hollywood. Esa imagen, con sus sombreros y sus mariachis, se ha quedado estancada en el tiempo. Tenemos mucho más que ofrecer, y creo que ahora es el momento.”
“Queremos demostrar a la clase media alemana que es posible ir a México, establecerse allí y ganar dinero, y sobre todo, que todo el mundo es bienvenido”, añadió el Dr. Festge. “La mayoría de la gente de clase media con la que hablo no ve a México como un país tecnológicamente avanzado. Pero los mexicanos tienen buenas universidades y escuelas, y ante todo, tienen buenas empresas.”
Autora: Lydia Aranda Barandiain
Editor: Claudia Herrera Pahl