Alemania se calienta
26 de julio de 2011Publicidad
“El 2010 no fue un buen año para la protección del medio ambiente a nivel mundial” aseguró el presidente del Servicio Meteorológico Alemán (DWD), Gerhard Adrian, este martes en Berlín, durante la conferencia de prensa anual de la institución. Entre todos los habitantes del globo nos las arreglamos en 2010 para emitir unos 31.000 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.
Por su parte, los políticos no consiguieron –en nuestro nombre– llegar a acuerdos vinculantes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Y los actuales compromisos y medidas internacionales “no bastarán para limitar el calentamiento global en 2100 a dos grados (centígrados) por encima de los niveles de la era pre-industrial”, como se pretende, advirtió Adrian.
El cambio climático será notable sobre todo en las ciudades, que deberán planearse de otra forma para enfrentar la acumulación de calor. A ello se suma algo que a los ciudadanos de a pie nos parece una contradicción: la mejora de la calidad del aire que respiran las naciones industrializadas, prevén estos meteorólogos alemanes, subirá al menos en 1 ºC las temperaturas a escala mundial.
Y es que con la reducción de la polución ambiental generada por las centrales eléctricas, la quema de combustibles de uso doméstico o la explotación del transporte en los países occidentales, “se reduce asimismo el efecto refrigerante de estos aerosoles”, sostuvo Adrian. En Alemania, por ejemplo, según las simulaciones del DWD, las temperaturas se elevarán entre 2 ºC y 4 ºC hasta 2100, aseguran.
¿Más calor, pero menos verano?
Los meteorólogos piensan a largo plazo. Pero ahora mismo el verano se ha ido de vacaciones en Alemania: “Este julio de 2011 se convertirá seguramente en uno de los más fríos de los últimos 11 años”, pronosticó el lunes otro meteorólogo del DWD, Simon Trippler.
Así que la advertencia del DWD de que Alemania debe prepararse para “veranos más secos” e “inviernos más húmedos” podría hasta resultar esperanzadora para los alemanes, y en general para los escépticos en relación con los peligros que representa el cambio climático. Pero no todas las previsiones del DWD para el largo plazo son buenas, ni todos los pronósticos inmediatos son malos.
Los germanos deben contar con nubes, viento, niebla y lluvias en los próximos días de esta semana. A cambio, un tímido atenuante: las otoñales temperaturas de los últimos días se elevaran hasta entre 19 ºC y 24 ºC al cerrar al acercarse agosto. Además, de conjunto, el 2011 puntúa hasta ahora entre los tres años más calientes en la historia de las mediciones germanas (desde 1881), indicó en Berlín el jefe del departamento de análisis climático del DWD, Gerhard Müller-Westermeier.
A largo plazo, sin embargo, el servicio meteorológico germano advierte de la futura ocurrencia de “más eventos climatológicos extremos”, así como de “consecuencias directas”, por ejemplo, para un sector bastante activo de la economía alemana, y “altamente dependiente del clima”, el de la construcción, señaló en Berlín el vicepresidente del DWD, Paul Becker.
Retos: energías renovables, arquitectura y urbanismo
El diseño arquitectónico de los edificios con que hoy cuentan nuestras ciudades en todo el mundo tiene en cuenta, también, la temperatura ambiente, las precipitaciones, la humedad, la velocidad de los vientos o las condiciones naturales de iluminación y calentamiento solar a que éstos están sometidos.
Así que los pronósticos de elevación de temperaturas –como consecuencia del insistentemente anunciado cambio climático– incidirán probablemente en nuevas necesidades de ventilación, refrigeración, aislamiento, iluminación o fuentes de sombra de nuestras edificaciones y espacios urbanos, sostuvo Becker.
Adicionalmente, el meteorólogo prevé la necesidad de adaptación en el uso y procesamiento de materiales de construcción o la planeación de días hábiles de los constructores, de acuerdo con el comportamiento de las temperaturas y otras condiciones climatológicas.
La precisión y el efecto de estas advertencias y previsiones del Servicio Meteorológico Alemán aún están por verse. Quizás les entren por un oído y les salgan por el otro a los escépticos, sean matizadas por las mediciones de otros meteorólogos y las previsiones de los urbanistas, o sirvan apenas para esperanzar a quienes lamentan el otoñal verano de 2011.
Como sea, los especialistas del DWD celebraron, por el momento, los avances a los que los estudios del clima han contribuido en la generación de energías renovables –especialmente, pero no sólo en Alemania. También este sector deberá adaptarse, advirtieron, a las previstas variaciones en la disponibilidad de recursos ambientales como las precipitaciones o la iluminación solar.
Autora: Rosa Muñoz Lima (dpa, dapd, dwd)
Editora: Emilia Rojas-Sasse
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