Dicotomías en la lucha por la igualdad de género en Alemania
7 de abril de 2017Según informes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Unesco y el Foro Económico Mundial, las latinoamericanas perciben un salario, en promedio, 17 por ciento menor que sus pares hombres. El informe The Global Gender Gap Report – El Reporte Mundial sobre Disparidad de Género- del Foro Económico Mundial (2015), indica que en Latinoamérica no existe un país en el que las mujeres ganen en promedio más que los hombres a igual tarea, edad o educación. Esto genera otros problemas en la región, como el de la desigualdad en las cargas jubilatorias. En promedio, las mujeres viven más, su edad jubilatoria es menor y cobran menos que los hombres, ampliando la brecha de capacidad adquisitiva y dejando en una situación muy desfavorable a las mujeres de tercera edad.
Romper el techo de la desigualdad en la UE
La situación de la mujer en Alemania y gran parte de la Unión Europea es sensiblemente más favorable que en el mejor caso de Latinoamérica, con mayor igualdad, respeto y menor cantidad de ataques o feminicidios. Sin embargo, esa realidad no se condice con la disparidad en sueldos y posiciones laborales importantes por parte de la mujer.
Las mujeres perciben un menor salario en promedio al de sus pares hombres en la Unión Europea. Según el CEO de Civocracy.org, Benjamin Nanz Snow, en Berlín la diferencia de salario entre hombre y mujer es del 25 por ciento, siendo del 22 por ciento en Alemania y 19 por ciento en la UE en promedio. En términos prácticos, las mujeres reciben en su primer año de trabajo 200 euros menos que los hombres, llegando a 1.000 euros luego de diez años de trabajo. En el peor de los casos, las pensiones jubilatorias llegan a tener una diferencia del 50 por ciento.
Henrike von Platen, activista alemana que lucha desde hace años por alcanzar la igualdad de salarios, explica que la disparidad es un tema que no se limita al salariom, sino que abarca casi todo el espectro del desarrollo social, aunque muchos de los problemas pasen desapercibidos. En el marco de la conferencia Cracking the Ceiling (Quebrando el techo de cristal), organizada por la iniciativa Gender Equality and Sexuality (GES) de la universidad alemana Hertie School of Governance, con sede Berlín, la activista y defensora de la paga justa (fair pay), pronosticó que llegar a la equidad de salarios para las mujeres llevará aún muchos años.
Salario piedra fundamental para resolver desiguladad
Von Platen que ha realizado aportes significativos en esta lucha, la cual ha llegado al Bundestag y a la agenda de la política alemana, denunció la falta de transparencia tanto en el sector privado como público respecto al pago que reciben tanto hombres como mujeres, haciendo hincapié en que este es un problema de toda la sociedad y, como tal, no puede ser abordado sólo por las mujeres.
Para von Platen, los problemas que cimentan la disparidad de género van más allá de las cuestiones laborales y salariales y abarcan todo el espectro de la realidad social. El desafío está en que son demasiados y combatirlos todos al mismo tiempo es imposible. Pero von Platen asegura después de muchos años de batalla, que ha llegado a la conclusión de que la cuestión salarial es la piedra fundamental para empezar a resolver el resto. "El dinero es poder. Si una mujer llega a una posición importante en una empresa y aún así está cobrando 30 por ciento menos que sus colegas hombres en la mima posición, nadie la va a tomar en serio. Lo mismo pasa en la familia cuando se debe decidir quién se queda en casa a cuidar a los niños. Esto lo termina haciendo quien cobra menos y esa es siempre la mujer cristalizando el estereotipo”, explica. "El dinero es poder y por tanto, las mujeres serán tomadas con mayor seriedad si logran igualdad en el salario”, concluye von Platen.
Ser mujer no significa solamente tener peor sueldo
Para Ludger Ramme, presidente del CEC European Managment, una de las razones por las que se da esta diferencia salarial es debido a la precariedad o inexistencia de acuerdos colectivos de trabajo en aquellas áreas laborales que emplean a la mayoría de las mujeres.
Por su parte, el Profesor Stephan Höyng, sociólogo de la Universidad Católica de Berlín el problema radica en que la sociedad posee una cultura de vinculación masculina que excluye a las mujeres casi en su totalidad y a hombres identificados con otro género, reflejando el dominio del hombre masculino sobre el resto. Höyang resaltó la importancia de desactivar los prejuicios y discriminaciones entre los individuos desde la niñez. Sostuvo que los medios tienen una responsabilidad crítica en la formación de estructuras.
Los ponentes llegaron a la conclusión de que no existe una solución única e inequívoca que ponga fin a esta disparidad. Nanz Snow subrayó la necesidad de mayor transparencia, promoción y apoyo a esta lucha. Ludger Ramme por su parte, propuso crear mayor consciencia sobre el asunto e instalar el tema en la agenda diaria. Von Platen recalcó el respeto por la necesidad de variedad en las empresas tanto étnicas como de género y agregó que para desactivar el círculo vicioso que da base a la desigualdad cada uno debe cambiar desde su lugar y en la medida que pueda. "Siempre pensamos que la solución debe venir desde la política o los sindicatos o las empresas, pero primero debemos cambiar nosotros y preguntarnos ¿Qué puedo hacer hoy yo para cambiar esto? Y aunque esto sea algo pequeño, en el futuro tendrá un valor enorme. Debemos de tomar el problema como propio y actuar en consecuencia.” Justo a este esfuerzo responden iniciativas como el GES centradas en promover la discusión de estrategias para la igualdad y el bienestar con un fuerte impacto positivo y de alto valor agregado.
A sabiendas de que la lucha continuará von Platen aspira a que los problemas vayan resolviéndose con mayor velocidad que hasta ahora y propone el 1 de enero de 2020 como fecha para lograr el Salario Igualitario y celebrar en consecuencia.
Autor: Manuel Sierra Alonso