Alemania y Cuba, unidas por la Vía Láctea
1 de enero de 2009No es un viaje cualquiera. Sus organizadores lo anuncian como una travesía “turística y sociopolítica. Una oferta para personas a las cuales el destino de la isla socialista no les es indiferente”. Y para ello no se valen de agencias de viajes sino, principalmente, de discretos anuncios en el périódico tageszeitung o en la página del proyecto Cuba Sí (ver liga abajo).
Viajes con trasfondo
Desde 1999, ese organismo alemán convoca a pequeños grupos de alemanes para que durante tres semanas colaboren en granjas de producción de leche en Cuba. En cada viaje pueden participar hasta ocho personas por cada proyecto de los que tienen lugar en las provincias de La Habana, Guantánamo y Sancti Spiritus.
La iniciativa tiene un amplio trasfondo histórico; se remonta a los tiempos en los cuales la desaparecida República Democrática Alemana, merced a acuerdos bilaterales proporcionaba cargamentos de leche en polvo para la población cubana. La RDA exportaba cada año 22.000 toneladas de este producto a la isla, y a cambio recibía levadura forrajera.
Con la desaparición de la Unión Soviética, Cuba perdió a su principal proveedor en insumos para la producción de lácteos. “La producción de leche cayó de 740 millones de litros en 1989 a 336 millones en 1992. Tan sólo en la provincia de La Habana se registraron en 1992 entre 80.000 y 90.000 muertes de vacunos debido a la falta de alimento adecuado”, dicen los organizadores de las excursiones en Alemania.
Críticas a la era Kohl
Pero eso no fue todo. “El desconocimiento unilateral del gobierno entonces encabezado por Helmut Kohl de los acuerdos entre la RDA y Cuba llevó a suspender los envíos de leche en polvo”, dicen los autores del proyecto.
Primero fue el Partido del Socialismo Alemán, heredero del Partido Socialista Unificado de Alemania que gobernó con mano dictatorial a la República Democrática Alemana durante más de cuatro décadas.
Hoy es el Partido La Izquierda, a través de Cuba Sí, el principal organizador de las excursiones de jóvenes alemanes a las granjas de producción de lácteos en Cuba.
Los viajes forman parte de una asociación más compleja entre La Izquierda e instituciones que formalmente no constituyen parte del gobierno cubano, como la Asociación Cubana de Producción Animal, ACPA.
Vacaciones con manifestación incluida
En ellos, los participantes ayudan en labores determinadas por las necesidades de cada granja. Se trabaja tres o cuatro horas por las mañanas y en ocasiones, también por las tardes. El objetivo “no consiste en caer rendido, sino en conocer las condiciones de trabajo y de vida locales.”
Los turistas sociopolíticos alemanes reciben un visado especial para estos casos; fuera de los paseos especificados en el programa, los viajeros no están en posibilidad de ir por su cuenta a otro lugar de la isla.
Los viajes no son la única forma en que los organizadores alemanes ayudan a la producción de lácteos en Cuba, ni Alemania es el único país representado. Con tecnología alemana y china, por ejemplo, se promueve la producción de biogás a través de los llamados biodigestores de cúpula fija.
Tampoco es la única alternativa que Cuba Sí ofrece en el segmento de los viajes “turísticos y sociopolíticos”. Una excursión realizada el pasado mes de abril ofrecía como parte del programa la “participación en el desfile del 1 de mayo” en la ciudad de La Habana, así como un “encuentro con el Comité para la Defensa de la Revolución”.