Alepo:"debilidad fundamental de las Naciones Unidas"
16 de diciembre de 2016DW: Catedrática Matz-Lück, ¿por qué la comunidad internacional no ha hecho nada teniendo en cuenta la situación actual en Alepo? ¿Por qué no se ha puesto en marcha una solución militar?
Nele Matz-Lück: Quien mejor podría actuar sería el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, usando las medidas vinculantes correspondientes, según el capítulo siete de la Carta de las Naciones Unidas, y poniendo fin a una situación que amenaza la paz mundial. Pero no se ha podido llevar a cabo por el veto de un miembro permanente de dicho consejo. En este caso, Rusia. Si se reaccionara militarmente, se infringiría el artículo dos, párrafo cuatro de la Carta de las Naciones Unidas. Es decir, no se ha tomado ninguna medida vinculante por parte del Consejo de Seguridad, porque Rusia la bloquea.
¿No hay ninguna manera de pasar por alto un veto?
Formalmente, no. Es decir, no puede haber una medida vinculante del Consejo de Seguridad contra el veto de uno de los miembros permanentes. La cuestión es: ¿puede haber una intervención humanitaria? Es decir, una intervención militar no autorizada por el Consejo de Seguridad, como sucedió en Kosovo en su momento. ¿Es admisible desde el punto de vista del Derecho Internacional? Sigue siendo un tema muy controvertido. En Kosovo se dijo: "No fue legal, pero legítimo”. Tenemos naturalmente la misma situación en Alepo, pero como es controvertido ningún país interviene ni tan siquiera una pequeña coalición de las naciones dispuestas a hacerlo. Para esta situación solo puede haber una solución política, pero necesitamos a Rusia y a Siria. La intervención desde fuera es, en este momento, casi imposible.
Acaba de hablar sobre una solución política. ¿Cómo sería?
Que en Siria y especialmente junto con Rusia se trabaje por el alto el fuego. Sin embargo, todo es tan opaco que no se sabe bien con quién tendríamos que sentarnos a debatir. Con toda seguridad con el régimen sirio y con Rusia. También sería necesario hacerlo con los turcos y los rebeldes, quienes quieran que sean. Con el llamado Estado Islámico no se querría negociar en absoluto.
¿Se tendría que haber intervenido mucho antes? ¿Cuándo y de qué manera?
Me resulta difícil decir si hubiese sido sensato haber intervenido antes militarmente. Creo que la creación de una zona de exclusión aérea, incluso en contra del deseo del Gobierno sirio, hubiese ayudado hace tiempo con toda seguridad a mitigar el sufrimiento de la población civil. La pregunta es: ¿Rusia habría estado a favor? Todo lo que se ha intentado, no ha surtido últimamente efecto. Como, por ejemplo, forzar la renuncia de armas químicas por parte del Gobierno sirio. Tenemos que partir de la idea de que se han seguido usando armas químicas.
Este martes en el Consejo de las Naciones Unidas tuvo lugar una disputa memorable. Mientras que la embajadora estadounidense de las Naciones Unidas, Samantha Power, criticaba a Siria, Rusia e Irán por ser responsables de un "colapso completo de la humanidad” en Alepo, su colega ruso, Vitaly Churkin, le replicó que no debería comportarse como la "Madre Teresa”. ¿Qué se puede deducir, tras esta discusión, de la situación actual de las Naciones Unidas?
Las Naciones Unidas a mi parecer no son capaces de actuar bien en estos temas. Esta actitud ya la conocemos de otras catástrofes humanitarias en el pasado. Siempre se presentan reafirmando la idea de que queremos aprender de la historia y las situaciones no deben repetirse, pero sí se repiten. Cuando los representantes de los países en la Naciones Unidas se enfrentan así, es porque estos anteponen su intereses políticos a los intereses de evitar una catástrofe humanitaria.
En uno de los videos de un habitante de Alepo, un hombre dijo que no esperaba nada de la comunidad internacional, porque allí solo se miraba cómo se asesinaba a la gente. ¿Están las Naciones Unidas acabadas o no se puede esperar nada más de esta organización?
Temo que no podemos esperar nada más por parte de las Naciones Unidas. Se bloquean a sí mismas debido a sus estructuras y sobre todo al veto de sus miembros permanentes en cuestiones tan trascendentales. Uno naturalmente desearía que las Naciones Unidas fueran capaces de cumplir con su papel de protectores de la paz en el mundo. Pero la situación política en este caso está en contra. Demuestra una debilidad fundamental de las Naciones Unidas.
La catedrática Nele Matz-Lueck es codirectora del Insitut Walther Schuecking de Derecho Internacional en Kiel.