Ciudades contra el cambio climático
11 de junio de 2010El foro de discusión de dos días que comenzó el jueves en la Alcaldía de Berlín, tuvo como objetivo intercambiar experiencias para aprender unos de otros y ayudarse mutuamente a través de proyectos de cooperación. A través de ponencias, mesas redondas y ejemplos prácticos se buscó ofrecer un panorama de qué están haciendo las ciudades para reducir las emisiones de gas efecto invernadero. Las urbes son responsables de entre un 75 a un 80 por ciento de dichas emisiones.
El foro tiene lugar en el marco del grupo líder de 40 ciudades conocido como C40, que incluye a algunas de las ciudades más grandes y más pobladas, pero sobre todo a las más activas en el combate del cambio climático y sus consecuencias. Los alcaldes han unido fuerzas para buscar soluciones.
"Siempre que venimos nos encontramos con innovaciones que podemos aprender de otros, particularmente en lo que respecta a la financiación de este tipo de proyectos", dice el alcalde de Toronto, David Miller, que abrió el encuentro en calidad de presidente en turno del C40, junto con el anfitrión, el alcalde de Berlín, Klaus Wowereit.
"Los Ángeles, por ejemplo, está sustituyendo toda su iluminación urbana con bulbos ahorradores de energía, Sao Paulo, en Sudamérica, es líder mundial en la generación de gas metano para suministro eléctrico. Nueva York está renovando sus edificios viejos para reducir su consumo de energía, todas estas estrategias son muy innovadoras. La mayoría de las ciudades están actuando", dice Miller, en conversación con DW-WORLD.
Edificios que dejan escapar el calor
Toronto, centro financiero canadiense, cuenta con muchos rascacielos y los drásticos cambios de temperatura en el verano y el invierno, y de ahí las necesidades de calefacción y enfriamiento son un desafío para cumplir su objetivo de reducir las emisiones en un 80% para el año 2050. Miller cuenta que el problema lo representan sobre todo los edificios de concreto que dejan escapar el calor. Toronto ha retomado una iniciativa de Moscú que también tenía ese problema. "Estamos aislando esos edificios usando un recubrimiento de sus fachadas con lo que estamos reduciendo drásticamente el consumo de energía y con lo que hemos creado unos 30.000 puestos de trabajo", dice.
Adicionalmente está utilizando el agua profunda de los lagos para enfriar en el verano los edificios. "Toronto está rodeado de lagos y está aprovechando el agua en las profundidades que se mantiene fría durante todo el año para el enfriamiento en el verano, los edificios ya no usan el aire acondicionado", dice.
Moscú, una ciudad de 10.5 millones de habitantes, que genera 67 millones de toneladas de CO2 al año quiere mejorar su eficiencia energética en un 43% para año 2025. Leonid Bochin, ministro del gobierno de Moscú afirmó en una ponencia las consecuencias que está teniendo el cambio climático para la ciudad. "La temperatura promedio anual y la precipitación pluvial están aumentando mientras que los inviernos se están haciendo más cortos". Con el programa "una tonelada menos" Moscú busca mejorar su eficiencia energética.
Para Hong Kong en cambio, que depende totalmente de los suministros energéticos del exterior, el desafío es transformar la generación de energía e identificar nuevas fuentes de combustible. En esto la ciudad apuesta por vehículos eléctricos en la nueva generación de transporte público.
Berlín y México, ciudades hermanas
La ciudad de México está mejorando el sistema de transporte público con la construcción de un sistema de transporte de autobuses articulados en carriles confinados VRT- con el que está logrando que los habitantes de la mayor metrópoli del mundo abandonen el coche y usen el transporte público. "En México se realizan diariamente 28.3 millones de viajes de los cuales un 27% se realiza en automóvil. La mayor parte se realiza con pequeños camiones conocidos como Microbús, que son particulares y se paran donde quieren pues no están regulados. Con la instalación del sistema Metrobus se busca ir sustituyendo el transporte no regulado", afirma Gonzalo Peón, del Gobierno de la Ciudad de México.
Peón explica que actualmente hay dos líneas de Metrobús. Tan sólo una de ellas, la de Insurgentes, que cruza la ciudad de sur a norte, transporta diariamente unos 380.000 pasajeros. Al final de la actual administración del alcalde Marcelo Ebrard habrá cinco líneas de Metrobus que junto con el fomento del uso de bicicletas busca apelar a un cambio de mentalidad en la población.
Varios representantes de la ciudad más poblada del mundo se encuentran en Berlín para reactivar la hermandad entre la Ciudad de México y Berlín firmada en 1993. Hay interés en estudiar la experiencia alemana en materia de regulación energética. Ambos países tienen leyes centralizadas sin embargo en Alemania las ciudades tienen más margen de acción.
Se buscan inversionistas en Berlin
Pero también se buscan inversionistas. "En Berlín existen 848 empresas activas en el sector ambiental. A través del hermanamiento con Berlín se pueden promover proyectos en este sector. La Ciudad de México tiene un programa de acción climática que requiere de unos 5.600 millones de dólares en inversiones. El gobierno de la ciudad cuenta con la mitad, pero requiere de inversión privada", dice Peon.
Uno de los principales promotores de la reactivación de hermandad entre ambas ciudades es Michael Funcke Bartz, de la organización InWent, que recuerda el papel que tuvieron para Alemania y Francia. "Contribuyeron a mejorar las relaciones entre ambos países pero el intercambio cultural es del siglo pasado. Frente al problema del cambio climático, estos hermanamientos tienen que llegar a otro nivel y mostrar otra calidad. Considerando la responsabilidad global que los ciudadanos tienen podríamos afirmar que la cooperación entre Berlín y la Ciudad de México podría ser un buen ejemplo de hermanamiento. Algo así como un Climate Partnership", concluye.
Autora: Eva Usi
Editor: Enrique López