Milicias ciudadanas tensan la campaña electoral en EE. UU.
10 de septiembre de 2020Peter Díaz está apostado en un lugar de tiro secreto situado en un bosque en el estado de Washington. Alrededor de él se ha congregado una pequeña multitud. Es un caluroso domingo de agosto y el estruendo de los fusiles de asalto retumba en los oídos, el aire huele a polvo y a testosterona. El tirador está en buena forma, lleva las sienes bien rasuradas y porta gafas de sol con cristales de espejo. Díaz es el líder de la milicia ciudadana American Wolf. Ríe al hablar y reparte tarjetas de visita mientras dice: "For the good guys" (Para los buenos tipos). "Los buenos" son, según Díaz, los patriotas estadounidenses que admiran a Donald Trump, su política, su capacidad decisoria y, naturalmente, el derecho a la posesión de armas, anclado en la Constitución.
Temor a un escenario similar a una guerra civil
Peter Díez quiere ganar a "los buenos" para su causa, su pequeña milicia civil. Según un estudio del Southern Poverty Law Center (SPLC), en 2019 había 181 milicias de ese tipo en Estados Unidos y cada vez hay más. Como puntos en común, tienen la cercanía al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el rechazo a los medios tradicionales y su afición a las armas. Sociólogos e historiadores advierten de que ese es precisamente su peligro más grande, porque pocas semanas antes de las elecciones y en mitad de disturbios y protestas calientan el ambiente, marchan en las protestas del movimiento Black Lives Matter y disparan contra los manifestantes.
Hay analistas que incluso advierten de que si la tensión se recrudece, podrían darse escenarios similares a los de una guerra civil. Las elecciones que se aproximan y el anuncio de Trump de que podría no reconocer una posible derrota en las urnas atizan la tensión adicionalmente. El empresario Peter Díaz, de 38 años, no estaba pensando en guerra cuando hace tres meses fundó su milicia con 180.000 dólares procedentes de su capital privado. Tampoco le gusta que se le llame milicia o ejército ciudadano, porque, según dice, eso suena "intimidatorio". En lugar de ello, prefiere hablar de un "movimiento político" surgido directamente del "centro de la sociedad".
Cuando Peter Díaz menciona sus objetivos es menos concreto. Asegura que desea "salvar a Estados Unidos", porque "poderes oscuros" quieren derrocar al Gobierno e instaurar el socialismo en el país. En ese momento, Díaz toma su AK-47, la conocida kaláshnikov de fabricación soviética, y dispara varias ráfagas. "Ya no se fabrican armas tan buenas", dice Díaz y asegura que, si arrojara su kaláshnikov a un charco, después seguiría funcionando.
Otros diez miembros de la milicia ciudadana han venido también a practicar tiro, pero Díaz no quiere revelar cuántos miembros cuenta la organización. "Cualquiera puede ser un american wolf si comparte valores conservadores y la fe en un Estados Unidos libre, en el que cada cual se forja su propia suerte, y el Estado se mantiene alejado de los intereses privados", dice. Entre los presentes, se encuentran un antiguo soldado, un estudiante y un afroamericano. El propio Díaz es hijo de un inmigrante mexicano y no se incluye a sí mismo en el cajón de los racistas blancos.
"Héroe" o "terrorista"
Recientemente provocó indignación mundial el caso sucedido en Kenosha (Wisconsin), en el que el joven de 17 años Kyle Rittenhouse viajó desde Michigan para proteger, con su fusil de asalto, negocios y locales de los saqueos provocados por las protestas del Black Lives Matter y acabó disparando contra dos manifestantes. Rittenhouse se encuentra detenido, acusado de doble asesinato. Su caso polariza a la nación. Para unos, es un héroe o un "patriota americano" y argumentan que, si el Estado no garantiza el orden, lo tiene que hacer un joven adolescente. En los días posteriores a lo sucedido en Kenosha, American Wolf recaudó decenas de miles de donaciones destinadas a la defensa de Rittenhouse. Y Donald Trump defendió en rueda de prensa al acusado, alegando que los manifestantes lo hubieran matado si el joven no se hubiera defendido.
En cambio, para los activistas del Black Lives Matter, Rittenhouse es el prototipo de terrorista nacional, quien por medio de la violencia da impulso al embrutecimiento y la división de la sociedad y por quien las escenas de lucha armada se hacen cada vez más normales en las calles de Estados Unidos.
En limusina por Estados Unidos
Miembros del grupo fundado por Díaz viajan por Estados Unidos en una súper limusina que lleva escrito en un lateral "American Wolf" con letras bien grandes. Ellos mismos denominan esos viajes como "misiones para salvaguardar la paz". Cuando manifestantes del movimiento Black Lives Matter se echaron a las calles en Olimpia, la ciudad de Díaz, él y sus hombres dispararon con armas de pintura contra la multitud.
Todos los miembros del grupo suelen llevar una camiseta con la leyenda "Freedom Fighter" (Luchador por la libertad). Muchos manifestantes consideraron su presencia como una provocación, y algunos los llamaron "nazis". Finalmente, tuvieron que batirse en retirada después de que les arrojaran botellas, y la limusina sufriera desperfectos en cristales y carrocería. Para Peter Díaz, esa es la demostración de que los manifestantes del Black Lives Matter son "criminales" que tratan de "desestabilizar nuestro Gobierno y destruir nuestro estilo de vida".
(ms/cp)