No sólo política: Emmanuel y Brigitte Macron en Alemania
24 de mayo de 2024La última visita de Estado de un presidente francés a Alemania fue la de Jacques Chirac en 2000, hace mucho tiempo, demasiado para dos países que se sienten tan estrechamente conectados. Sin embargo, los jefes de gobierno y ministros de ambos países se reúnen cada pocos meses.
Durante una visita de Estado, la atención se centra en los encuentros con el país y su gente. El anfitrión no es el canciller, sino el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier. Además de Berlín, Emmanuel Macron y Brigitte Macron visitarán Dresde y Münster, donde el francés recibirá el Premio Internacional de la Paz de Westfalia.
Macron retrasó el viaje porque las elecciones europeas están a la vuelta de la esquina y, según las encuestas, es probable que el partido populista de derecha Agrupación Nacional, de Marine Le Pen, se convierta en la fuerza política más votada.
Además, una encuesta del Eurobarómetro de febrero mostró una clara fatiga hacia la UE entre los franceses. El Parlamento Europeo goza en Francia de la peor reputación de los 27 países de la UE.
Macron: "Europa puede morir"
"Nuestra Europa puede morir”. Con estas conmovedoras palabras, Macron pidió hace un mes más soberanía y más defensa común para Europa en la Universidad de la Sorbona, en París.
No es la primera vez que Macron esboza importantes visiones políticas europeas. Ya lo había hecho en 2017, cuando pidió un ministro de Finanzas europeo. En aquel momento, la idea fue rechazada por la canciller democristiana Angela Merkel. Esta vez, Olaf Scholz elogió en la plataforma X los "buenos impulsos" para Europa del discurso de Macron, pero sin dar respuestas concretas.
"Son mentalidades diferentes", opina Marc Ringel, director del Instituto Germano-Francés de Ludwigsburg, en Baden Wurtemberg. Las visiones son "una forma muy francesa de explicar la perspectiva de las cosas que no se encuentra en Alemania", explica a DW. "Helmut Schmidt dijo: 'Cualquiera que tenga visiones debería ir al médico'. Creo que esa es la lectura sobria del alemán", añade.
Lealtad alemana a la alianza, autonomía francesa
Pero es un hecho que, actualmente, existen diferencias políticas claras sobre muchos temas concretos. París está claramente comprometido con la energía nuclear, mientras que Berlín ha cerrado los últimos reactores nucleares, a pesar de la escasez de energía. Macron no descarta tropas terrestres en la guerra de Ucrania, mientras que Scholz las rechaza categóricamente. Tanto los planes para un tanque de combate germano-francés como para un avión de combate avanzan lentamente. Macron quiere que Alemania encargue a empresas europeas, sobre todo francesas, sus planes armamentísticos. A Alemania también le gusta comprar a los estadounidenses.
"La defensa siempre ha sido un tema difícil entre Alemania y Francia, porque, en este momento, tenemos diferentes culturas de seguridad", dice Marc Ringel. "Del lado alemán, tenemos vínculos muy estrechos con la OTAN. Por otro lado, está la autonomía estratégica que Francia reclama para sí misma”, explica.
En una conferencia conjunta, celebrada el pasado mes de marzo, podía percibirse la tensión entre ambos, aunque hacia fuera intentan mostrar que hay entendimiento mutuo. Por su parte, Friedrich Merz, jefe del mayor partido de la oposición en Alemania, el democristiano CDU, habló de "ruptura” entre Scholz y Macron por la cuestión del apoyo a Ucrania.
Amistad franco-germana
Pero ¿qué pasa con la amistad germano-francesa entre los ciudadanos de ambos países? Marc Ringel cita un estudio de la encuestadora Infratest de marzo. "Este mostró que la aprobación de los alemanes hacia Francia, como país socio, sigue siendo alta. Más del 80 por ciento de los alemanes considera que Francia es un socio fiable, mucha más aprobación que cualquiera de nuestros otros socios. Lo mismo ocurre en Francia".
Sin embargo, el aprendizaje de la lengua del país vecino está disminuyendo a ambos lados del Rin, lo que podría significar una normalización de las relaciones: "Nos valoramos mutuamente, pero la otra persona se ha vuelto tan normal, que tal vez nos esforzamos un poco menos", dice Ringel al respecto.
(rmr/ms)