Apagón de Facebook: "Lo de ayer fue una broma"
5 de octubre de 2021"La anécdota es que alguien que no me llamaba por teléfono desde hacía muchísimo tiempo, me llamó para decirme que Whatsapp se había caído, que Facebook se había caído, que cómo íbamos a hacer", explica el colombiano Jairo Amaya, especialista en marketing y redes sociales. Ayer estaba tan "inmerso en Google Analytics que ni me di cuenta", recuerda. A él no le afectó mucho, pero reconoce que "para negocios que dependen exclusivamente de sus ventas vía Whatsapp y vía Facebook, claramente, una caída de varias horas afecta a su flujo... y más que esas varias horas, la incertidumbre de no saber cuándo iba a regresar el servicio, o de qué pueda pasar más adelante".
Para él, ayer hubo "mucho pánico, muchas personas pensaron que al estar incomunicadas durante tres horas se les acababa el mundo; pero también funcionó para muchos que, al estar desconectados, aumentó su productividad". No está claro aún el posible efecto sobre la economía. "Todavía no hay una evaluación, una estadística, que diga 'se perdieron equis millones de dólares por ese apagón', pero el impacto fue mundial", afirma.
De lo que sí hay estadísticas es sobre el uso de las redes sociales en Latinoamérica, que no ha dejado de crecer. Si según el Latinobarómetro de 2011 un 25% de la población utilizaba Facebook en la región, diez años más tarde el porcentaje se ha más que duplicado. Whatsapp, que aunque se fundó en 2009 ni siquiera aparecía entonces en las estadísticas, lo usan dos de cada tres personas. En Chile, el país con más penetración de las redes sociales en la región, más del 83% de la gente lo utiliza. En Brasil, donde las tarifas telefónicas son altas, el porcentaje de uso de Whatsapp y otras redes sociales es del 70% de la población.
En Brasil, precisamente, ya hubo dos apagones de Whatsapp provocados por sendas órdenes judiciales. Hubo muchas protestas porque era el medio de comunicación de multitud de pequeños negocios, desde taxistas a vendedores ambulantes, que lo usaban para contactar con sus clientes.
El problema es que compañías como Facebook se conviertan en árbitros del mercado. "De hecho ya lo son, casi monopolizan la comunicación... y lo que va a acabar pasando es que si tú tienes dinero, pues te van a dar más, como pasa con el posicionamiento en Google", vaticina Amaya. "Digamos que hay que pensar en fortalecer nuestros activos digitales propios, caídas de estas redes solo nos demuestran que en cualquier momento nos pueden apagar y toda nuestra actividad no puede estar sujeta a que alguien arriba prenda o apague una red social", se queja.
El verdadero problema
La caída del servicio de ayer fue, según las primeras informaciones, una avería. Pero, ¿podría "alguien desde arriba" cortar repentinamente nuestras comunicaciones? O, incluso, ¿podría cortarlas cualquiera que accediera a sus sistemas? Aparentemente "no fue un caso de hacking", explica el experto en inteligencia artificial y exhacker español Rubén Martínez. No descarta que sea posible, aunque lo ve muy difícil: "tendrías que evadir un montón de sistemas de seguridad... esto no fue una intrusión, fue un error de alguien que borró las tablas de enrutamiento y, a partir de ahí, el sistema no sabía cómo acceder a sus servicios desde el exterior". No funcionaba el sistema que traduce las direcciones url (como las que escribimos las personas, tipo "www.dw.com") en las IP (código numérico, que es el que lee la computadora).
Martínez resta importancia al episodio de ayer. El verdadero problema al que se enfrenta Facebook son las denuncias de que su sistema potencia la polarización política y de que Instagram es nociva para la salud mental. Y recuerda que ayer mismo Frances Haugen, una exingeniera de Facebook, anunció que denunciaría ante el Congreso estadounidense las prácticas de la compañía. "Cuanta más polarización, más comentarios, más tráfico y más dinero", resume Martínez, recordando que la red social potenció la actividad de usuarios extremistas. Eso sí que va a afectar a la red social en bolsa y va a provocar la huida de accionistas, vaticina Martínez, para quien, en comparación, "lo de ayer fue una broma".