Héctor Solari es un artista plástico y curador. Se mudó hace pocos meses a Berlín después de haber estado viviendo en Dresde y Hamburgo. Pero en Berlín ha descubierto una pequeña Uruguay: el barrio de Wedding, que lo ha inspirado para hacer su más reciente instalación de sonido, un recuerdo de los 50 años del golpe de Estado en su pequeño país. ¿Cómo se transmite la violencia sin caer en la pornografía y en la estetificación? Esta es la pregunta que mueve a Héctor Solari estos días que prepara una instalación de sonido para recordar los 50 años del golpe de Estado en uruguay, el 27 de junio de 1973. Al caminar, por ejemplo, en su barrio de Wedding, pasa por un lugar de entrenamiento de box y cae en cuenta que puede usar esos sonidos de golpes secos para una parte de su instalación. "Hay que usar sonidos que no son evidentes pero con los que te das cuenta que puedes hablar de tortura", dice en entrevista con Pía Castro. Además de la instalación de sonido, el trabajo en general de Héctor Solari consiste en numerosos proyectos de videodanza, así como instalaciones de video. Ya ha expuesto en las siguientes instituciones: Kunstquartier Bethanien, Berlín; Museo Reina Sofía, Madrid (España); Museo de Arte Moderno, Buenos Aires (Argentina); House of Art en Múnich y el Germanisches Museum en Núremberg. Un recorrido con él por el Weddinger Kiez en el norte de Berlín. "Lo lindo de hacer estas instalaciones es que tomas todo el espacio. El espectador tiene una participación más activa", dice.