Arafat, aún presente
11 de noviembre de 2005El 11 de noviembre de 2004 falleció en París Yaser Arafat, por décadas líder de la Organización para la Liberación de Palestina y luego primer presidente de la Autoridad Nacional Palestina. DW-WORLD conversó al respecto con Georg Stein, gerente fundador de la Editorial Palmyra en Heidelberg y especialista en la región y en el conflicto palestino-israelí.
El último tiempo de Arafat
Debido a la publicación en editorial Palmyra, "una hermosa ciudad antigua en el camino entre Damasco y Bagdad", de un libro ilustrado acerca de los 2000 años de la ciudad de Belén y prologado por el propio Yaser Arafat, Stein tuvo mucho contacto con el líder palestino. "Me encontré con él muchas veces, sobre todo en Ramala y Gaza. Y antes de esa época, por el trabajo periodístico, hablé con él muchas veces en Túnez y Amán. Arafat fue siempre un personaje carismático que tenía un efecto personal muy humano y normal", cuenta Stein recordando también su enfermedad, una especie de Parkinson, que en los últimos años era notoria.
Un símbolo de la causa palestina
Arafat fue indudablemente la figura simbólica de la lucha por la causa palestina: la resistencia a la ocupación israelí en Gaza y Cisjordania. En el último período de su vida se convirtió, sin embargo, casi en una carga para el proceso de paz. A su desaparición se ligó también una nueva esperanza de solución al conflicto; algo que, un año después sigue siendo una ilusión.
A pesar de todas las críticas que pueda merecer y todos los errores que pudo haber cometido Arafat, no hay que perder de vista su aporte histórico en general, sobre todo desde el punto de vista de su significado para los palestinos, como grupo y nación. A él le deben lo que hace 30 años parecía casi imposible y fue realidad después del Acuerdo de Oslo en 1993: que en todo el mundo se hablase de la fundación de un Estado palestino. El papel de Arafat fue histórico: fue él quien después de la llamada catástrofe de 1948 convirtió la cuestión palestina, que en un principio era una cuestión de refugiados, en un tema nacional, en un asunto de conformación de un Estado."
Polémica figura internacional
La poca popularidad de la que gozó el histórico luchador por la causa palestina, sobre todo en el último tiempo, la atribuye Georg Stein más bien a una distorsión más o menos voluntaria de su imagen en el mundo occidental. "Durante los últimos dos años, aun cuando se hallaba bajo arresto en la Mukata, intentó muchas cosas para controlar la violencia en la región. Hay que resaltar, sin embargo, que desde su arresto domiciliario en Ramala, sus posibilidades eran limitadas".
Occidente le dio la espalda
"Yo creo que los líderes de Occidente han cometido muchos errores en su valoración de Arafat, y que Israel ha aportado a ello. Fue para mí siempre inaceptable que los políticos, también los alemanes, lo aislaran. Arafat era el presidente de los Autonomía Palestina; las elecciones habían sido democráticas y me parece que Francia, Inglaterra y Alemania debieron dar señales más claras. De Estados Unidos no sé si cabía esperarlo, pues siempre se identificó más con la política de Israel", enfatiza Stein agregando que eso significó participar del juego propuesto por Ariel Sharon, el líder israelí, a partir de Camp David: "Hacer como si no hubiese un negociador que representara a los palestinos, y eso simplemente no era verdad, pues sí existía. Simplemente lo apartaron del quehacer político".
Stein, quien desde su editorial Palmyra se dedica desde hace 17 años al tema editando casi exclusivamente libros acerca de la cuestión palestina y el mundo árabe, hace expresa su intención de aportar a la transparencia ofreciendo más información de fondo desde una perspectiva política. A un año de la muerte de Yaser Arafat "los palestinos no han olvidado a su líder", dice agregando "ni lo van a olvidar".