Argelia y los golpistas de Níger: una relación compleja
8 de agosto de 2023"Argelia no utilizará la fuerza contra sus vecinos. Así como no habrá solución sin Argelia”, dijo el presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, dirigiéndose a la Comunidad Económica de África Occidental (CEDEAO). Unos días antes, el gobierno argelino ya había condenado el golpe. Era necesario "poner fin inmediatamente a este ataque inaceptable contra el orden constitucional [...]", dijeron fuentes oficiales, que dejaron en claro que el presidente legítimo de Níger es Mohamed Bazoum.
El dilema de Argelia
Argelia se encuentra ante un dilema, que también se refleja en su actitud ante una posible intervención de la CEDEAO, según el politólogo Hager Ali, que investiga los sistemas autoritarios y los efectos de los golpes militares en el Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales. En política exterior, Tebboune siguió apostando por el rumbo tradicionalmente no alineado del país, que se distancia por igual de Rusia y Estados Unidos. Sin embargo, la guerra de agresión rusa a Ucrania dificulta el sostenimiento de ese equilibrio.
"El ataque ruso ha cambiado el papel de Argelia: Se ha convertido en un importante proveedor de energía de Occidente". Sus principales socios de exportación son la UE, así como Estados Unidos y Canadá. En esta situación, la empresa estatal de petróleo y gas Sonatrach ha logrado unos ingresos de exportación sin precedentes de unos 60.000 millones de dólares estadounidenses en 2022, según Germany Trade and Invest (GTAI)."Aplicar el principio de no alineación en estas circunstancias, como hacen otros países de la CEDEAO, es difícil", afirma Ali.
De hecho, aceptar la amenaza de intervención de la CEDEAO tensaría las relaciones con Rusia. El rumbo del nuevo gobierno militar hacia Moscú aún no está claro. Las banderas rusas que se ven en algunas manifestaciones indican cierta afinidad de los militares con Moscú.
Sin embargo, Argelia difícilmente puede permitirse una relación tensa con Rusia, porque las relaciones son estrechas. Más de dos tercios de las armas de Argelia proceden de Rusia. Además, Rusia es el socio de entrenamiento más importante de los militares argelinos. "Pero la decisión en contra de la intervención de la CEDEAO también conlleva el riesgo de tensar las relaciones con Occidente", afirma Hager Ali. "Por lo tanto, lo más seguro para Argelia en este momento es condenar a la junta, pero también poner límites a su participación en una operación militar de envergadura".
Juntas militares a lo largo de Sahel
La relación con Occidente se complica aún más por el hecho de que la posición de Argelia la sitúa al menos en relativa proximidad con gobiernos que apoyan abiertamente a los golpistas. Dos Estados vecinos de Níger, Malí y Burkina Faso, se han puesto abiertamente del lado de los golpistas. El gobierno de Guinea-Bissau también se ha declarado dispuesto a apoyarlos.
Los tres países están bajo el dominio de gobiernos militares que llevan en el poder desde 2021. El desarrollo democrático de la región está en juego en el Sahel. El gobierno alemán había apoyado a Níger por ser uno de los pocos países de la región gobernados democráticamente. Es probable que la actitud de Argelia sea observada de cerca en las capitales de la UE, sobre todo teniendo en cuenta que la situación de los derechos humanos en el propio país norteafricano se ha deteriorado notablemente en los últimos tiempos.
Yihadismo y crimen organizado
Al gobierno argelino le preocupa además, que Níger, después de Libia y Mali, amenace ahora con sumir a otro vecino en la inseguridad y la inestabilidad, según Jeune Afrique. La revista sugiere que el ejército y los servicios de seguridad argelinos ya se enfrentan a la presión adicional de los contrabandistas y los grupos yihadistas.
Las redes de inmigración ilegal no son el menor de los problemas de Argelia. Según la ONG Alarm Phone Sahara, Argelia devolvió a Níger a más de 11.000 migrantes solo entre enero y abril de 2023. Estas devoluciones se basan en un acuerdo de cooperación en materia de seguridad de octubre de 2021, que prevé una acción conjunta contra el yihadismo y la delincuencia transfronteriza.
De producirse una intervención, se agravaría la ya precaria situación de seguridad en el Sahel. Hager Ali, concluye por ello que "las consecuencias de una intervención serían incalculables".
(jov/el)