Argentina: ¿sobre pies de barro?
8 de agosto de 2005Como "el ave Fénix de las cenizas", así resurgió para muchos analistas Argentina de la peor crisis económica de su historia. Tasas de crecimiento del 9% en 2003 y 2004, y ampliamente por encima de 6% en 2005, la colocan a la cabeza de las naciones más dinámicas del mundo. Sólo China crece más.
"La intensidad y la duración de la recuperación fueron inesperadas", explica a DW-WORLD Thomas Pohl, del Dresdner Bank Lateinamerika (DBLA). La economía "creció más allá de lo esperado y es más sólida de lo que creíamos", añade. Pero, debido a los mismos factores, la situación podría ser engañosa, advierte este analista.
Expertos como Carl Moses, de la Oficina Federal para el Comercio Exterior (bfai por sus siglas en alemán), van más lejos. El repunte económico podría estar edificado sobre "pies de barro", vaticina.
De extremo en extremo
Moses recomienda ampliar la perspectiva sobre la economía argentina. "Los últimos 30 años fueron particularmente devastadores, con un crecimiento promedio de 1,3% por año", señala el corresponsal del bfai. Al mismo tiempo, la coyuntura argentina no se caracteriza por la estabilidad que esta modesta cifra pudiera sugerir. En Argentina, "al super-auge le sigue una caída vertiginosa", explica Moser. Las mejoras coyunturales sólo servirían para recuperar lo perdido, pero no para consolidar una base económica más sólida y sostenible.
Aunque reconoce la dificultad de precisar la fecha, este experto predice un final doloroso al actual auge argentino. No todos los expertos comparten este pesimismo.
Sin negar los factores de riesgo, los analistas del DBLA destacan el lado positivo. "La demanda interna ha experimentado un impulso robusto, aumentó la confianza de los consumidores y el mercado financiero recuperó solidez, lo cual se reflejará en créditos al consumo y a la inversión", resume Thomas Loser, quien también constata un entorno internacional favorable. Las exportaciones de bienes primarios se mantienen incluso frente a un fortalecimiento de la divisa argentina.
Limitaciones y problemas de fondo
En cambio, Carl Moses cree identificar tanto cuellos de botella en el corto plazo, como problemas estructurales a largo plazo. Así, destaca que las capacidades de producción estarían al límite, o bien que una infraestructura insuficiente, especialmente en la oferta de energía, podrían asfixiar al crecimiento. Asimismo opina que resurgen las tensiones sociales, reflejando que a pesar de la recuperación reciente "un 40% de los argentinos siguen viviendo debajo del umbral de la pobreza".
"Quien quiera hacer negocios en Argentina tiene que estar preparado para nuevas crisis", advierte Moser. Ésta sería la consecuencia de "no haber resuelto los problemas de fondo del país, que abarcan desde la "la corrupción (y) la falta de competitividad, (hasta la) fragilidad de las finanzas públicas y la ineficacia del sector público".
Pero analistas como Thomas Pohl se muestran más cautos y destacan que se ha recuperado el terreno perdido desde la crisis. Ahora habría llegado el momento para prestarle atención a los riesgos que podría enfrentar Argentina. Según Pohl, los riesgos externos, como una crisis económica en China que mermaría las exportaciones argentinas, son igual de poco probables como turbulencias en los Estados Unidos.
El DBLA considera que pesan más los riesgos internos y critica una "política económica hostil a la empresa privada, que obedece más a intereses populistas a corto plazo, como congelar los precios de los servicios o la postura dura frente al Fondo Monetario Internacional".
No obstante, Thomas Pohl reconoce en DW-WORLD que "es difícil pronosticar un desplome". Sin embargo, reconoce que a partir del 2006 habrá que esperar "una ralentización del crecimiento".