"Assad figura de nuevo como interlocutor"
10 de octubre de 2013DW: Señor Thränert, los inspectores de la ONU trabajan ya desde hace diez días, aparentemente con éxito, en la destrucción de armas químicas en Siria. ¿Qué puede haber llevado a Bashar al Assad a colaborar en esta tarea?
Oliver Thränert: Creo que fue una decisión fundamental para el régimen sirio. Llegaron a la conclusión de que para ellos es mejor prescindir de las armas químicas en el marco de un acuerdo internacional, a enfrentar el riesgo de un ataque miltar estadounidense.
El presidente de EE.UU. y muchos gobiernos europeos opinan que Assad ya no es el presidente legítimo de Siria. Esta percepción se acentuó cuando se dio por sentado que Assad atacó con gases tóxicos a su propio pueblo.
En este sentido, este desarme controlado condujo a un resultado paradójico: Assad es de nuevo interlocutor al comenzar la destrucción de las armas químicas, lo cual, al final, lo ha fortalecido como representante del gobierno sirio. Pero fue él quien usó armas químicas contra su pueblo.
El arsenal químco sirio deberá estar completamente destruido a mediados de 2014. ¿Es realista este cronograma?
Naturalmente, se trata de una situación inusual: se destruyen armas químicas en el transcurso de una guerra civil que no ha terminado. En total, se habla de un arsenal de 1.000 toneladas, cantidad considerable. La gran pregunta es si el arsenal de Siria abarca la totalidad o solo una parte del arsenal real. Además, debe hacerse una evaluación acerca de cuántas de estas sustancias están listas para ser utilizadas bélicamente.
Como quiera que sea, se trata de un cronograma ambicioso. Me sorprendió mucho que tanto estadounidenses como rusos se hayan declarado dispuestos a transportar las sustancias químicas del arsenal sirio. Por lo general, las sustancias de este tipo habían sido destruidas en el sitio mismo donde se encontraban almacenadas. Transportar tales sustancias es sumamente peligroso.
¿Cómo logró el gobierno sirio acumular tal cantidad de armas químicas?
Durante los años 70 y 80, el gobierno que ostentaba el poder decidió prescindir de armamento nuclear y, en su lugar, consolidar un arsenal amplio y moderno de armas químicas. La intención era establecer un contrapeso al programa nuclear de Israel. Naturalmente, a gobernantes como Assad o Sadam Husein en Irak se les ocurrirá, tarde o temprano, usar dichas armas contra la propia población con fines represivos.
¿Qué papel juegan las armas químicas en conflictos convencionales?
Las armas químicas no tienen gran efecto contra ejércitos occidentales bien protegidos. En cambio, contra fuerzas armadas que no cuenten con una protección adecuada pueden ser decisivas en el campo de batalla.
Además del Gobierno sirio está el factor de la oposición. En las filas de ésta figuran también militantes yihadistas. ¿Representa la oposición un peligro para los inspectores de la ONU?
Los inspectores pueden caer en cualquier momento en la línea de fuego entre las tropas del gobierno y grupos rebeldes. Es difícil especular acerca de si la oposición tendría algún interés en atacar al personal de la ONU. Pero bien pudiera ser que intentaran deslegitimar a Assad o torpedear el proceso que está en marcha. En el contexto internacional de estas negociaciones, Assad aparece como representante legítimo de Siria, y eso es algo que algunos grupos quizá quieran evitar.
En la destrucción de armas químicas intervienen dos procesos distintos: la llamada “incineración” y la neutralización. ¿Qué significan ambos términos?
El primer proceso implica la quema de las sustancias en hornos especiales. En el segundo, se les mezcla con agua y otros químicos a fin de que pierdan su capacidad destructiva y se transformen en sustancias menos peligrosas.
El gobierno de Assad ha dicho que no puede ni quiere cargar con los costos de la destrucción de las armas químicas. ¿Quién debe pagar entonces?
Todo indica que los Estados adscritos a la Convención para las Armas Químicas. Algunos de ellos ya han enviado cantidades voluntarias. Por ejemplo, Alemania y otros Estados occidentales han ayudado en otros casos a Rusia para la construcción de las instalaciones necesarias.
El Dr. Oliver Thränert es politólogo. Se dedica a investigar temas de desarme y control armamentista a nivel internacional. Dirige el think tank Centro de Estudios de Seguridad de la Escuela Técnica Superior de Zúrich.