Así neutraliza Angela Merkel a la oposición
28 de agosto de 2017Y de repente, el apagón nuclear
“Cuando veo cuántas centrales eléctricas se construyen en el mundo entero, sería una verdadera pena si abandonásemos el sector”, dijo Merkel en 2009. Y eso es lo que precisamente hizo en 2011. Bajo la impresión causada por la catástrofe del reactor en Fukushima, la canciller dio un cambio radical y anunció el apagón nuclear en Alemania, una de las exigencias principales de Los Verdes desde hace décadas. La doctora en física cree desde entoces que “los riesgos de la energía nuclear no se pueden controlar con total seguridad”.
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Adiós, servicio militar obligatorio. De momento…
La vaca sagrada, “el servicio militar obligatorio”, no se podía tocar hasta que lo hizo Merkel en 2011 para espanto de toda la clientela conservadora de su propio partido. Mucha gente joven en Alemania prefiere el ejército profesional, lo que no pasó inadvertido a Merkel. Ya que la postura conservadora sobre el servicio militar origina, en general, emociones encontradas entre la población, el modelo “Ciudadanos en uniforme” se aparca por lo pronto.
Cambio en el sistema familiar
Para mal de muchos conservadores de la CDU, Merkel dio un empujón al partido desde la derecha hacia el centro, políticamente hablando. No solo ha pasado por alto hasta ahora la petición de “por favor, otra vez algo más negro”, haciendo alusión a los temas más propios de la CDU, sino que hizo corregir claramente la política tradicional familiar de la CDU. El modelo “papá trae el dinero a casa y mamá sirve la comida en la mesa” cambió desde que ella propuso el acceso a las guarderías para todos los niños menores de tres años. Este tema fue también el fruto de una reacción ante la realidad diversa en el mundo laboral y en la sociedad. Sobre todo, el partido de La Izquierda exigía este cambio, pero fue Merkel, una política conservadora, quien lo puso en marcha.
El "matrimonio para todos"
Según las estadísticas del barómetro político del canal ZDF, el 73% de los alemanes está a favor de la equiparación del matrimonio homosexual al heterosexual. Incluso en el partido de Merkel lo aprueba el 67%. El 30 de junio de 2017, el Bundestag aprobó el "matrimonio para todos". Merkel votó en contra. Así mostró su postura, pero sin duda volvió a "tocar" un tema electoral. Los partidos SPD, FDP y Los Verdes propusieron, con anterioridad, un cambio legislativo al respecto como condición para poder formar coalición después de las elecciones en septiembre.
Reconocer una realidad: inmigración en Alemania
Durante décadas se negó, se evitó y se calló el hecho de que Alemania es un país de inmigración. Alemania no debe ser un país de inmigrantes era el consenso de la CDU y la CSU, Unión Social Cristiana. Sin embargo, Alemania es de hecho un país de inmigración. Ahora también de forma oficial. Incluso tras Estados Unidos, el segundo país preferido para inmigrar. La industria y la economía, pero también los demógrafos habían señalado durante años que el país con la tasa de natalidad más baja del mundo necesita nuevos ciudadanos con urgencia . Sobre todo en el partido de Merkel, más que en ningún otro partido, estuvo anclada la mentira política de que los extranjeros en Alemania eran solo “Gastarbeiter”, personas invitadas a trabajar en Alemania. Entretanto, una de cada cuatro personas en Alemania es de ascendencia extranjera. También aquí, Merkel supo detectar la relevancia del tema y llevó a la práctica las exigencias al respecto, sobre todo, de la oposición de izquierda.
Más que una frase: "el Islam pertenece a Alemania"
La frase no es de Merkel, pero sí su corrección radical cultural y política. Su colega de partido, Christian Wulff, el entonces presidente alemán y la instancia más importante del país, pronunció dicha frase en octubre de 2010. Merkel, en este caso, actuó políticamente para la mitad de la izquierda del país. Esta declaración apodíctica tuvo una acogida bastante controvertida por parte de muchos militantes de la CDU y la CSU. Merkel volvió a darle la espalda a una de las posturas clave de los conservadores. Desde entonces, la cultura cristiano-occidental alemana se ha visto enriquecida por el Islam.
“Lo lograremos”: los refugiados
Se trata de la mayor sorpresa. Angela Merkel abrió todas las puertas a los refugiados y estos llegan en masa a Alemania desde el verano de 2015. Precisamente una canciller del partido del orden y la ley, la CDU, dejó entrar sin control a cientos de miles de personas al país. Al principio, muchos alemanes reaccionaron positivamente, la oposición de izquierda quedó fascinada y la CDU, perpleja. Cuando la cultura de bienvenida pareció salirse de control, Merkel dio un giro. Hasta la actualidad, Merkel rechaza limitar los solicitantes de asilo por razones constitucionales, sin embargo, ya se están llevando a cabo repatriaciones a Afganistán. Los acuerdos con Turquía y otros países deberían restringir la afluencia de refugiados.
Su tema permanente: el clima
La canciller también se ha apropiado permanentemente del tema cambio climático. Desde que Donald Trump anunció que Estados Unidos abandonaría el Acuerdo de París, ella es la protectora del medio ambiente. Los expertos en demoscopia afirman que los alemanes valoran positivamente este aspecto. Y la canciller conservadora vuelve otra vez a atribuirse un tema muy candente, marginando así a la oposición.
Volker Wagener (RMR/VT)