Atenas 2004, brigada anti-dopaje
4 de agosto de 2004Si el Barón de Coubertin, gran promotor del moderno movimiento olímpico, levantase la cabeza, quedaría sorprendido de los escándalos de los últimos meses. Atenas pretende lavar la cara de la competición y hacer volver a los atletas a los principios del olimpismo.
Para intentar erradicar la tentación del dopaje, en Atenas entrará en vigor el nuevo código de la Agencia Mundial Antidoping. Los controles serán más estrictos y numerosos que en Sydney. Se analizará la sangre de más de dos mil deportistas y la orina de los cuatro primeros clasificados de cada prueba. Los resultados de cada prueba se darán a conocer en 36 horas. Incluso se planea efectuar controles fuera de la torneo.
La organización de los juegos contará con la ayuda de un laboratorio de última tecnología. Costas Georgakopoulos, antiguo lanzador de disco y jefe de laboratorio antidoping en Atenas, será el encargado de hacerles la vida imposible a los atletas que quieran quebrantar la normativa antidopaje.
EE:UU. : Medalla de oro en doping
En la cumbre del escándalo se encuentra sobre todo Estados Unidos. En la antesala de los juegos las autoridades antidoping de Estados Unidos (USADA), decidieron depurar la fama de los deportistas del país tras el estallido del escándalo del laboratorio BALCO (Bay Area Laboratory Co-Operative) y el descubrimiento del esteroide THG, una hormona modificada quimicamente, “capaz de escapar de la caza de brujas”. La hormona se camufla en forma de átomos de agua, esquivando así los controles.
Durante el campeonato de atletismo celebrado en París en 2003 la corredora de velocidad Kelli White tuvo que devolver su medalla de oro. En su exilio del “Olimpo”, también le acompañaron otros atletas como Tim Montgomery (plusmarquista mundial de 100 metros). Marion Jones, la mujer más veloz del planeta, se encuentra asimismo bajo sospecha. Alvin Harrison y Torri Edwards podrán acudir a la cita ateniense a pesar de tener procesos pendientes, referentes al consumo de doping.
Cuando el río suena…
Aunque Estados Unidos vaya a la cabeza, en todo el mundo “cuecen habas”. El corredor británico Dwain Chambers, el ciclista australiano Jobie Dajka y la campeona olímpica de lanzamiento de peso, la bielorrusa Yanina Korolchik, no podrán competir en Atenas tras recibir suspensiones por consumo de esteroides.
El escándalo del doping también planeó por Alemania. En este caso, sobre el caballo de la jinete de saltos Meredith Michaels-Beerbaum. Las pruebas que se realizaron con la orina de su caballo “Shutterfly” dieron positivo, con lo que quedará fuera de la delegación Alemana.
Ante todos estos precedentes, Atenas quiere ser el verdugo del doping y para ello cuenta con el equipo de Georgakopoulos y las 125 personas que trabajan en el laboratorio. Su equipo trabajará sin descanso con tres turnos diarios de ocho horas durante los juegos para que gane “el juego límpio”.