"No claudicar ante la violencia"
21 de diciembre de 2016Con una emotiva misa en la iglesia evangélica Kaiser Wilhelm Gedächtniskirche se recordó el martes por la noche a las víctimas del atentado, que dejó un saldo de doce muertos y 48 heridos. El ataque se produjo en la plaza donde se halla esa iglesia. Markus Dröge, obispo de la Iglesia Protestante de Berlín-Brandeburgo, dio a DW la siguiente entrevista.
DW: Sr. obispo Dröge, ¿qué consecuencias ha tenido el atentado para la población de Berlín?
Obispo Dröge: Todos quedamos desolados. Se sabe que un atentado puede tener lugar en cualquier momento, pero en la vida cotidiana nadie piensa en eso. La gente está insegura, temerosa y –lo que bien puedo entender– también furiosa. Se pregunta qué clase de personas son las que llevan la muerte y la desolación a un mercado de Navidad, símbolo de paz y recogimiento. La ciudad está de luto y acompañamos con nuestros sentimientos a los familiares de las víctimas y los heridos.
La Navidad no es, teológicamente, la festividad más importante de la cristiandad, pero la más popular en Alemania. Es la fiesta del amor de Dios por los seres humanos. Después de un hecho tan horrendo. ¿Qué le dice a la gente en sus prédicas?
En esta Navidad, los servicios religiosos estarán marcados por el duelo. Recordaremos a los muertos y sus familias. Lo haremos en las intercesiones y oraciones. Pero también transmitiremos el mensaje de la humanidad de Dios. En la historia del establo de Belén, Jesús nace en un mundo sin paz. Belén estaba ocupada, había opresión y violencia, muerte de niños. Justamente en ese mundo, sin embargo, viene Dios a dar nueva vida a la humanidad. Espero que en los servicios religiosos de Navidad experimentemos un gran sentimiento de comunidad y digamos juntos: no claudicaremos ante la violencia ni permitiremos que predominen el odio y la inhumanidad.
¿Cuál será su tarea central como obispo en los próximos tiempos, en vista de lo que sucedió?
La tarea principal será asegurar que los autores del atentado no impongan sus objetivos. Quieren sembrar odio y discordia, que los seres humanos y las religiones se enfrenten. La tarea principal será impedirlo y dejar claro a la gente que no debe dársele razón a los autores del atentado cayendo en el odio, sino es necesario defender el humanismo y el amor al prójimo. Solo así podremos vencer a los extremistas y asegurar que no logren sus objetivos.
Markus Dröge (62) es desde noviembre de 2009 obispo de la Iglesia Protestante Berlín-Brandeburgo-Alta Lusacia, con un millón de miembros.