Atleti tiene las ganas y el Bayern, la fe
25 de abril de 2016Tras la eliminación del Barcelona, el trofeo de la Champions League se siente en Múnich cada vez más cerca. Qué el obstáculo que aún hay por vencer sea exactamente el equipo que dejó por fuera de carrera a Messi, Neymar, Suarez y compañía, parece ser algo anecdótico. La confianza en el Bayern, aunque expresada de forma discreta, es cada vez más grande.
No son pocos los aficionados y expertos del fútbol en Alemania que ven el próximo 28 de mayo a Pep Guardiola y su equipo en el estadio Giuseppe Meazza de Milán. “Atlético de Madrid es más débil que los tácticos artistas del balón de Juventus y Benfica que enfrentó el Bayern en octavos y cuartos de final de la Champions League. Sobre el equipo de Simeone circulan muchos cuentos de hadas”, analizó el columnista de Sport Bild Raimund Hinko al rival del campeón de la Bundesliga.
Para él, como para muchos otros seguidores del Bayern, llegar a la final de la Champions League, y ganar esta temporada el prestigioso título, son metas muy posibles de lograr. En especial luego de que el Barcelona, al que en Múnich se consideraba el principal rival en la competición, fuera eliminado por el Atlético de Madrid.
¿Verdugo del verdugo?
“Necesitamos dos veces 90 minutos de absoluta concentración”. Así resumió Pep Guardiola el que considera el principal reto del club alemán en la semifinal de la Champions League. El entrenador del Bayern no se ha cansado de elogiar a su colega Diego Simeone, y de advertir que el ambiente en el estadio Vicente Calderón es uno de los mejores del mundo, y también uno de los que más intimida al visitante.
En Múnich también se menciona la férrea defensa del Atlético de Madrid, y la capacidad goleadora de delanteros como Fernando Torres y Antoine Griezmann. Esas virtudes, sin embargo, se abordan más desde la perspectiva del reconocimiento que desde la precaución. En ningún momento queda la impresión de que los bávaros se refieran a ellas a manera de una enumeración de dificultades.
El Bayern confía en convertirse esta temporada en el verdugo de su verdugo. La temporada pasada el Barcelona truncó el sueño bávaro de llegar a la final de la Champions League. En la actual, el último escalón antes de alcanzar esa instancia es el Atlético de Madrid. Así como en Múnich existía la percepción de que el club catalán hubiera sido de nuevo un obstáculo casi insalvable, de la misma forma se considera al equipo de la capital de España como un escollo superable.
“El mejor equipo de los últimos 10 años es Barcelona. Ellos han dominado todas las competencias y han ganado muchos títulos. El único equipo que ha podido frenarlo repetidamente ha sido el Atlético de Madrid”, contó Guardiola tributando respeto a los dirigidos por Diego Simeone, pero también dándole desfogue al alivio de que en no topará más a los catalanes en su camino.
Favoritismo engañoso
Bernd Schuster, exjugador y entrenador alemán que es gran conocedor del fútbol español, está convencido de que el favoritismo atribuido al Bayern es un espejismo. “El Atlético no tiene ninguna necesidad de tener la pelota. No tiene ningún problema con eso. Puede pasarse 15 ó 20 minutos confiando nada más en la fortaleza de su defensa. Pero a continuación, cuando tiene el balón en su poder, mete en problemas a equipos tan fuertes defensivamente hablando como el Bayern o el Barça y les pone en una situación extrema”, dijo a la emisora Onda Cero.
Y ese, precisamente, es el pequeño detalle que parece no ser tenido en cuenta en Alemania. Atlético de Madrid es un tipo de rival que el Bayern aún no ha enfrentado. En Múnich están acostumbrados a jugar contra equipos que renuncian a la competencia y especulan sobre cualquier oportunidad que les pueda regalar el azar, o aquellos que plantean un partido en el que invierten todo su capital ofensivo en el contragolpe.
Los dirigidos de Diego Simeone no juegan ni a lo uno, ni a lo otro. El Atlético de Madrid es una mezcla equilibrada de ambas variantes, un equipo que se comporta como un perro que en el parque persigue sin descanso el balón exhibiendo en todo momento los colmillos. A diferencia del perro, los futbolistas de la capital española saben qué hacer cuando hacen de la pelota su presa. Descuidarse le puede costar al Bayern un viaje a Milán.