Auschwitz: entender la influencia del populismo y del odio
27 de enero de 2017Piotr Cywinski, director del Museo de Auschwitz, está convencido de que en los sótanos, desvanes y cajones de muchas casas de Alemania y Austria se encuentran cartas, fotos o diarios interesantes de la época del nacionalsocialismo.
"En el campo de concentración de Auschwitz trabajaron unos 8.000 nazis y el número de los destinatarios de sus cartas debe haber sido aún mucho mayor", dice. "En aquel tiempo, décadas antes de internet, se escribían cartas y se enviaban fotos", agrega Cywinski, en entrevista con DW. El director del museo supone que una parte de esa correspondencia se ha conservado como propiedad familiar.
Un llamamiento único
Poco antes del 72 aniversario de la liberación del mayor campo de exterminio de los nacionalsocialistas (27.01.2017), el director del Museo de Auschwitz, lanzó un llamado pidiendo que alemanes y austriacos pongan a disposición de los investigadores este tipo de documentos personales.
"Aún no conocemos toda la historia del campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau", se lee en la página de internet del museo, donde fue publicado el llamado. La idea detrás es llegar a conocer la motivación y la mentalidad de los criminales, también para que le sirva de advertencia a las generaciones jóvenes. Cywinski asegura que se mantendrá el anonimato de las personas que abran sus archivos personales.
Después de la Segunda Guerra Mundial, se encontraron solo pocos documentos de los opresores nazis de Auschwitz: algunas colecciones de fotografías, una pequeña cantidad de cartas privadas y algunos diarios. El museo, fundado en 1947, dispone sobre todo de documentos oficiales de la administración del campo de concentración.
Nuevas perspectivas que ayudan a entender
Para Piotr Cywinski, es importante investigar más la perspectiva de los agresores para entender mejor la influencia del populismo y de los mecanismos de odio sobre el individuo. Los documentos y objetos personales de los victimarios podrían contribuir a esta labor. Sin embargo, el tiempo juega un papel enorme.
Hasta ahora, la historia del Holocausto había sido contada sobre todo desde la perspectiva de las víctimas. En opinión de Cywinski y su equipo, es importante ampliar la narrativa con otra dimensión. Sin embargo, el director del museo deja claro que no se trata de contar otra versión de la historia o de analizar los crímenes desde otra perspectiva, sino de tratar de indagar más profundamente la realidad de los agresores.
"Es substancial analizar las consecuencias de la propaganda nazi y tratar de entender mejor los mecanismos psicológicos", dice el director. "¿Cómo eran las relaciones entre los victimarios? ¿Cómo influyeron los crímenes, que formaban parte de su vida diaria, en su vida familiar?", se pregunta. "Si a raíz de los documentos lográramos poner todo esto bajo la lupa, podríamos completar nuestra actual imagen del campo de concentración de Auschwitz", cree Cywinski.
El paso del tiempo como lema
Actualmente, el Museo de Auschwitz presenta la exposición "Arqueología": por primera vez se muestran objetos personales de los presos, que fueron descubiertos durante las excavaciones arqueológicas cerca del crematorio de Birkenau hace 50 años. Se trata de las pertenencias de las personas que fueron asesinadas ahí y que llevaron consigo hasta el último momento antes de entrar en las cámaras de gas.
A medida que disminuye el número de sobrevivientes del Holocausto, aumenta la importancia de los objetos personales, puesto que, en algún momento, serán los únicos testimonios de aquella trágica época. Este año, se espera que cerca de cien sobrevivientes asistan a la ceremonia conmemorativa de la liberación de Auschwitz.