Austria celebra eufórica a "su" Arnold

Austria amaneció descorchando botellas de Champaña. Sobre todo en su pueblo de origen, Thal, en las cercanías de Graz, muchos trasnocharon para seguir las alternativas de las elecciones californianas, como si se tratara de la final de un mundial de fútbol u otro acontecimiento que amerite desvelos populares. La victoria de Arnold Schwarzenegger "es también, un poco, el triunfo de Austria", señaló a modo de explicación la jefa del gobierno regional, quien también brindó con júbilo pese a la temprana hora en que se conoció el resultado.

Orgullo nacional

Pese a que lo abandonó a los 21 años en busca de la fama, el pueblo de Tahl -de 2100 habitantes- sigue pendiente de los pasos de su hijo ilustre, que adquirió la ciudadanía estadounidense en 1983. "Estamos orgullosos de 'nuestro' Arnold", afirmó el alcalde Peter Urdl, antiguo compañero de colegio del hombre que saltó a la fama como Conan y Terminator. Poco lo importan al político socialdemócrata las diferencias ideológicas con su condiscípulo republicano.

Los austríacos, en suma, no caben en sí de contentos. Algunos simplemente se alegran de que su país ya no corra peligro de ser confundido por los estadounidenses con Australia. Otros esperan dividendos concretos de la llegada del musculoso actor a las esferas del poder en la máxima superpotencia mundial. Por ejemplo, la ministra de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, manifestó la esperanza de que se incrementen las relaciones comerciales con California, donde "se marcan tendencias que todos siguen". Según la jefa de la diplomacia de Viena, "el éxito de Schwarzenegger demuestra, ante Estados Unidos y el mundo, cuán empeñosos son los austríacos".

También los alemanes

Los alemanes, en su calidad de vecinos y "parientes idiomáticos" también reclaman su cuota de alegría. Por ejemplo, el primer ministro bávaro y ex candidato a la jefatura del gobierno de Berlín, Edmund Stoiber, se apresuró a enviar un mensaje de felicitaciones esta misma mañana y no olvidó recordar que entre Baviera y California se selló una hermandad hace algunos años. Aunque Stoiber reconoció no conocer más que retazos de las películas de Schwarzenegger exhibidas en televisión, anunció en tono irónico que quizá ahora vea una completa "para sacar conclusiones acerca de la política".

Más concretas son las expectativas de la industria alemana relacionada con la preparación física. "La elección de Schwarzenegger es positiva para la imagen de este deporte", apuntó la presidenta de la asociación de gimnasios alemanes. Lo mismo opinó, desde luego, el gerente de la asociación de fisiculturismo, Erich Janner, quien espera que se mantenga el creciente interés por esta actividad en Alemania. Al fin y al cabo, Arnold es el mejor ejemplo de que una buena coraza de músculos no sólo puede contribuir al triunfo en el cine, sino también en la política estadounidense.